No escribo para vivir, vivo para escribir


LA SOLEDAD

(De la obra “Canto a la vida” edición abril 2010)

Por Helen Fares Libbos

La duda es un dolor que produce soledad.
Me había olvidado que ella y la fe son gemelas.
La duda es una infeliz avecilla perdida.

El que no conoce la duda, no conoce el camino
de la verdad, en tanto no cure sus heridas.

Entonces, ante la verdad tuve fe y me liberé de mi pasado.

Pero nunca olvidaré todo lo que heredé de mi abuelo y la sabiduría
de él vive en mí.

Tuve una pesadilla de un negocio. Entre la duda y la fe, me ganó
la fe y confiando tuve una caída.

Un negocio casi me cuesta la vida.
Me di cuenta muy tarde, que el hombre
en quien profesionalmente confiaba me falló.

Y en el Mundo ha habido muchos seres como el que quiso torcer el curso de nuestra vida.

Y después tuvieron que cambiar de idea porque fueron derribados.

Khalil Gibran el poeta libanés Así habla de Jesús:

Él dice que era poeta que miraba a nuestros ojos y oía nuestros oídos, nuestras palabras mudas estaban siempre presentes en sus labios.

Sus dedos tocaban lo que no alcanzamos nosotros a sentir.

Mi abuelo era el hierbatero del pueblo. A base de hierbas, era sabio para mejorar a la gente y con tocar con sus dedos, el paciente mejoraba.

Me siento lo mismo que mi abuelo. Yo creo que es un don que Dios da a las personas que queremos hacer el bien porque nacimos para curar, no para producir estrés.
El estrés es una enfermedad que mata.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *