De una colombiana líbano-chiquinquireña

(De la obra “El Odio no se escribe” Edición julio de 2011)

Por Helen Fares De Libbos.

Decidí ensayar con la escritura para probar mi inteligencia, mi mayor obsesión era controlar todo. Mis libros: Lucha con amor, Canto a la vida, Cocinar es un arte de amor. Para el primer libro no fue necesario crear personajes, ni historias imaginarias, mi vida tenía elementos suficientes para redactarlo. Es un razonamiento para aceptar la vida tal como llega, como en los difíciles momentos que viví cuando tuve cáncer de seno.

A los 16 años era una persona agresiva y mi vida parecía sacada de una tragedia. En mi paso por la vida he querido dejar buen ejemplo, enseñanzas y la prueba de Dios en la fuerza de voluntad. Las ganas de vivir ante una gran responsabilidad lejos de mi familia paterna, y el compromiso de sacar adelante a mi hija, recién separada, y a sus dos hijos. Estos episodios enriquecen Lucha con amor un escrito, que como la existencia misma, está lleno de altibajos. De situaciones que pueden hacer llorar de alegría o de tristeza, y de un mensaje que invita a disfrutar del paso por este mundo, sin mayores pretensiones. Simplemente aceptando lo que el destino tiene para cada uno.

Pienso que para reflexionar sobre la vida ayuda mucho el cambio de rutina. Mucho más el cambio de lugar de vivienda, vivir en diferentes países, en diferentes ciudades de cada país. Líbano, Kuwait, Colombia (Chiquinquirá y Bogotá)

Aprendí tres idiomas, los hablo y los escribo. Mis hijos nacieron del mismo padre en diferentes países y eso me permitió darme cuenta de que para vivir plenamente debía dejar de lado las pequeñeces. Hay que aceptar que en la vida hay fracasos y triunfos, se debe aprender a asumir cualquier reto y a afrontar los problemas sin dejarlos a otros.

Antes de escribir Lucha con amor me creía indispensable, pero también responsable de lo que pasaba a mi alrededor. ¡Controlar todo, mi mayor obsesión!

Después de duros golpes que me llevaron a reflexionar, empecé a liberarme del papel fundamental que creía que debía cumplir en la vida.

Empecé a considerarme una gota más del mar, que es lo que finalmente somos. Espero que mi experiencia de escritora continúe con este libro, para crear y dar vida con mi ejemplo.

Ahora comprendo que la ignorancia es maldad y tiene sus causas. Que el conocimiento es revelación de la sabiduría y fruto de la justicia.

Ahora sé que el dolor y la pobreza purifican al corazón. Que somos débiles si no tenemos fuerza de voluntad, en el universo nada vale más que la felicidad.

Que se puede ver el espíritu avanzar hacia la luna a pesar de las privaciones terrenas.

Ahora sé que el que fue mi hombre no es más que un juguete en manos de desconocidos.

¡Oh espíritu mío! lamento haber sembrado desaliento en mi corazón frente a la vida en el mundo, y temor frente a la vida en el más allá. ¡Oh espíritu mío! habitarás la eternidad, los amantes de la sabiduría, y los que no aceptan el odio y la miseria, tal vez sirvan como reparación por un error no intencional.

Ahora trato de llevar a la realidad mis sueños, Para ello desarrollo más el arte, el lado artístico de mi vida, así como su imaginación dirigida, me cuido de las alergias y de las personas interesadas.

La historia de mi vida está garantizada por la incansable vigilancia de mi conciencia que no me permitiría mentir.

Una vez estaba narrando mi historia y cuando dejé de hablar se hizo un silencio largo, todos los presentes parecíamos sumidos en nuestras experiencias individuales, cuya historia se nos quedó para siempre grabada en el recuerdo. Tal vez lo dije todo, tal vez no dije nada, de todas maneras no pudimos evitar que un ramalazo triste golpeara nuestra memoria.

Recuerdos como ese eran parte de la vida diaria, con un gran significado para nosotros y que en aquellos años nos apasionaban.

Pocas personas han podido reunir el pensamiento y comparar las culturas oriental y occidental, yo lo pude hacer, los dos mundos que han generado mi desarrollo.

En cada parte he vivido varios años, con mi marido y mis hijos.

Mis hijos nacieron en Oriente Medio, Líbano y Kuwait, y dos en Colombia.

He recogido ideas y enseñando buenos modales, así, muestro la existencia como un camino de purificación mística, al que puede aspirar el ser humano, con el fuego interior que cada uno lleva.

Los intelectuales hispanoamericanos, árabes y franceses, de generaciones diferentes, causaron en mí un impacto extraordinario.

Vivo para los que creen que el auténtico amor es lo único verdadero en la vida del ser humano y en su destino.

El día que cumplí 69 años, se reflejó en mi mente todo lo que había tenido significado en los años anteriores.

Mi recuerdo no era más que un espejo en que veía solamente mi rostro.

Rostro con una esperanza y sueños por cumplir.

Cara envejecida, surcos, arrugas.

Cierro mis ojos con temor de mirar este espejo, solamente veo mi cara, en mi cara sólo veo melancolías y tristezas.

Están mudas, pero son las aflicciones de mi corazón.

En mis años de vida, he amado mucho cuantas vives amé lo que el mundo desprecia y desprecié lo que el mundo ama.

Lo que amé cuando era niña, todavía lo amo hoy y lo seguiré amando hasta el fin de mi vida.

El amor es el único tesoro que poseo y que nadie me puede arrebatar.

Muchas veces en mi desesperación.

Amé también a la muerte y le canté las canciones más dulces

Como a mi a mi amiga para la que publique secretamente los versos más amargos, sin olvidarme de la muerte amé mucho a la vida. Y la muerte y la vida se Identificaron en mi alma, en el amor y en el deseo. Se asociaron con mis afectos, amé la libertad y mi amor creció con el conocimiento. He amado a los esclavos de la ignoran, por mi amor a la libertad y porque las fibras de mi corazón rían ciegas. Amo la libertad más que a todas las cosas, amo la paz.

Los amigos que he amado, en mi luz se dividen en tres clases: los que maldicen la vida, los que la bendicen, el resto por su conciencia.

A los primeros los amé por su desventura, a los segundos por su tolerancia y a los últimos por su sabiduría.

Pasaron 69 años y así, se consumieron mis días y mis noches.

Hoy me detengo a recordar cual viajero que vaga y que llega a la mitad del camino.

Miro a todas partes y no veo ningún defecto de mi vida pasada.

Especialmente mis hijos y mis nietos pueden dar razones de cómo en mis años pasados he entregado mis sentimientos, mis ideas y mis sueños.

Estoy en mi casa con el corazón henchido de esperanza con el alma llena de fe en que un día no muy lejano voy a recoger lo sembrado.

Voy a ver el pasado de mi vida tras una nube de tristezas y suspiros.

Y el mañana aparecerá ante mi detrás de un velo del pasado.

Después de tantas experiencias me di cuenta de que existen nombres míticos que resumen los logros y las frustraciones, los sueños y las pesadillas, los triunfos y los fracasos, las alegrías y las tristezas, los grandes libros y los de poco valor, los autores importantes y lo que no lo son.

Escribir es una industria importante, Lucha con amor, Canto a la vida, libros con una vida llena de amores, desamores, encuentros, fracasos e ilusiones de hombres que llegaron y se fueron.

Esta vida, es contada con una mezcla de culturas y religiones.

En Oriente Medio, la mujer cubre todo su rostro y gran parte de su cuerpo.

En la selva, en occidente, viven como Dios los trajo al mundo.

Las monjas del ancianato, de religión Católica, se visten como hace dos mil años se vestía la Sagrada Virgen.

Su misión es servir a los ancianos, llevar una vida sagrada, hacer el bien y estar al servicio de Dios.

No reciben pago económico por sus servicios.

Admiro el sacrificio y las obras de las monjitas de Chiquinquirá.

Encargadas de atender a los Ancianos de Santo Domingo.

Mi libro es valiente, arriesgado, sincero, agresivo y nostálgico.

En ocasiones como esta, se escribe del lado de los vencedores, se cuenta la historia con simplicidad mostrando la hipocresía, la religión y la política.

Soy una mujer que siempre hace lo que quiere amo sin freno, me entrego a mi oficio con todo el amor del mundo.

Sé que la gente se alegrará al leer Lucha con amor y Canto a la vida, libros escritos por mí.

Soy inteligente, agresiva y sincera, Amo con facilidad de lenguajes, sensual y sobre todo libremente.

Ni rica, ni famosa, sin enemigos, no altero a nadie y todos los días hago el bien sin mirar a quien.

Bueno…yo pienso que es una misión de vida que se me ha encomendado, no hay de otra.

La historia comienza con mis cinco hijos, y dos nietos que están conmigo desde pequeños, a todos tratando de sacarlos adelante, colegio y universidad, hasta hacerlos profesionales.

Veinticinco años responsable de todos.

Dos nietos y su mama han vivido conmigo han sido una compañía que no tengo cómo pagarle a Dios.

En una fecha muy especial en 2010, dos hijos de uno de mis hijos, dos nietos más, fueron dejados a mi cargo por su mama.

Viven en el mismo edificio, muy cerca, es la voluntad de Dios, castigo o no, tal vez suerte y mi historia no termina… ¡sigue!

Actualmente Dios y las fuerzas planetarias me brindan oportunidades para que mis trabajos  crezcan, para analizar mi vida de forma más concreta y evitar nuevos errores.

Paso por un momento en que todo depende de mi madurez, experiencia y buen razonamiento para encauzar mi vida de forma positiva, en todas sus expresiones.

Lo más importante en la vida no son las oportunidades que se nos presentan, es, especialmente, la forma en que se aprovechan.

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