Violencia sexual: una sucia arma del conflicto

Por Dennis Guevara | 19/06/2021.
Hoy más que una celebración, es una denuncia pública la que se realiza y, con el dolor en el alma, pero la fuerza mental intacta, se levanta la voz para exigir la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos.

Tomada de Alvin Estibar en Pexels

Es muy bien sabido que desde hace años se lleva librando la lucha, sobre todo feminista, que busca poner fin a la violencia ejercida hacia la mujer, quien en estos casos es la que termina más perjudicada. Ella acaba siendo objeto de guerra, foco de esta arma letal que no solo es fuente de destrucción física sino psicológica y emocional.

Por los anteriores motivos y muchos más, que junto a estos se suman a la lista, desde hace 3 años se decidió, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, crear este día conmemorativo, instaurado por medio de la resolución 69/293 de 2015.

Con este pronunciamiento se busca poner fin al atropello de los derechos humanos y las leyes humanitarias, puesto que atentan a la dignidad de la persona, su integridad, pero sobre todo, a la colectividad.

La violencia sexual ha sido usada como: “táctica de guerra”, para aterrorizar a la gente y “desestabilizar sociedades”, tal como afirmó el Secretario General de las naciones Unidas, António Guterres, quien recientemente ha sido reelegido para dicho cargo.

Existen múltiples conflictos por los que se batalla hace años como es la guerra en Siria o el vigente entre Palestina e Israel, pero en Colombia, hace muchos años, más exactamente tras la muerte de uno de los mayores líderes Liberalistas, como lo fue el entonces candidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán, en el año 1948, se da el Bogotazo y en medio del mismo, surgen las guerrillas.

Pero, ¿Qué es y quién es la guerrilla?

Es un grupo revolucionario armado que surgió tras las autodefensas, creadas e integradas por campesinos desplazados en medio del periodo de la Violencia. Lamentablemente, con el paso del tiempo perdieron su lema de libertad y con este sus ideales, dejando de lado el apoyo al pueblo, para empezar a cometer crímenes contra él.

Las transgresiones iban desde despojarlos de sus tierras con amenazas, hasta reclutar forzosamente a jóvenes para enlistarlos en sus filas o en últimas finiquitar matando a miembros de las familias y en ocasiones hogares completos.

Ahora bien, en medio de estos jóvenes y niños reclutados se encontraban pequeñas niñas que con escasos 12 años, debían enfrentarse a la guerra, y no solo a aquella armada sino en la que se encontraban desprotegidas, sin defensa alguna, siendo abusadas sexualmente por sus comandantes para posteriormente tener que abortar a sus hijos.

Tomada de isabellaquintana en Pixabay
Porque la guerra no es un juego y menos para niños.

Tal como confirman las cifras presentadas en el 2020 por el RUV (Registro Único de Víctimas), que ya asciende a más de 29.622 damnificados por violencia sexual en el marco del conflicto, de los cuales un 91% son mujeres y el otro 1,5% tienen identidades de género y orientaciones sexuales diversas. Un ciclo interminable, debido a que no las dejaban siquiera usar anticonceptivos; contrayendo infinidad de enfermedades en el monte.

Un claro ejemplo de las vivencias en medio del conflicto armado colombiano, es la serie “La Niña”, presentada bajo la dirección de Rodrigo Triana.  Basada en hechos reales, relata las historias de desmovilizados subversivos en Colombia; una joven con un futuro por delante quien se ve enfrentada a su pasado, donde además encuentra un joven exparamilitar que la apoya para cumplir sus sueños.

Sin embargo, es importante recalcar que las personas más afectadas por dicho conflicto, son los campesinos y aquellos pertenecientes a clases sociales de escasos recursos, quienes se encuentran en condiciones de desigualdad. Por tal motivo, según lo plantea Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, es vital “proporcionar atención centrada en la sobreviviente, porque es la herida más profunda, pero que no se ve”.

Tomada de Kate Jayne en Pexels

Con mucho por decir, pero ante todo por hacer, hoy el llamado es a nuestros corazones, apelando a nuestra mente, para ver si así, de una vez por todas, la llamada JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), junto a las demás organizaciones guerrilleras, ponen fin a estos actos inhumanos.

Pero esta fecha no es solo para ellos, sino para el mundo entero, porque usar la violencia sexual como arma en un conflicto es lo más sucio y vil existente. En homenaje a todas las víctimas, hoy pedimos que no quede en la impunidad los delitos cometidos por cientos de perpetradores; Este 19 de junio alzamos la voz por todos y todas los que ya no pueden o temen a hacerlo.

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