UN AÑO SIN TI: HASTA SIEMPRE, NYDIA AMAYA

Por Helen Fares de Libbos

La muerte se lleva el cuerpo, y no la vida. Un ser humano de buenas costumbres es quien ata, a sí mismo, los conceptos éticos y morales, como la decencia, el decoro, la dignidad y el pudor.

Perdimos a una gran mujer, Olga Nydia Amaya Sandoval, quien a pesar de que se fue de este mundo, permanecerá en nuestras mentes, en nuestros corazones, aparte del vacío, nos deja semillas de paz y felicidad y lo más grande, un inmenso espacio sagrado que es  “LA VIRGEN MARÍA”.

Los amigos, es la familia que elegimos para nosotros, sin duda puedo decir que es un honor haber ocupado ese lugar en su vida, más que una amiga, era mi hija del alma.

Se destacaste por ser buena hija, gran amiga y excelente profesional.

Por eso, cuando un ser humano de buenas costumbres muere debería ser difícil llorar, pero es un triste momento y ese me correspondió vivirlo cuando se despidió de este mundo.

Olga Nydia, cuando un ser humano bueno como tú, se va debería ser más fácil que el corazón y el cuerpo se agiten de felicidad, porque amigas como tú, son pocas en la vida, pero por ello, son aún más especiales.

Una persona de buenos hábitos hace más ancha la bondad, no debería de deja tristeza, amargura, ni soledad, pero me ha tocado a mí, aun no me acostumbro a tu ausencia, no pensé que tendría que vivir este día, nos faltaron muchas aventuras por vivir, mucha energía que gastar, y muchas risas que soltar.

Siempre pensé que estaríamos juntos hasta el final de nuestros días, en mi corazón siempre vivirá el recuerdo de nuestra amistad y en mi memoria siempre estarán los buenos momentos que compartimos, eras más que una amiga, eras parte de mi familia, pasamos por tantas cosas, buenas y malas, tu recuerdo lleno de virtudes nos disipa la tristeza de tu tránsito a la eternidad y vivirá en mí, hasta el día de nuestro reencuentro.

Los seres humanos de buenas costumbres, como tú, no se van…viven para siempre.

Aunque será imposible acostumbrarme a que ya no estas.

Te extrañaré siempre.

Gracias por todo.

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