No escribo para vivir, vivo para escribir


DIVULGACIONES ÍNTIMAS

(De la obra “Lucha con amor” Edición I octubre 2008 – Edición II febrero 2015)

Por Helen Fares de Libbos

Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Mi mente está centrada en la paz, todos caminamos sobre la misma Tierra,
respiramos el mismo aire limpio en todo el mundo
y usamos la misma agua pura y fresca.

Estando bien alimentados, veo a personas seguras, activas y libres en toda la Tierra.
Abro mis brazos para recibir la energía, la felicidad y la paz.
Elijo construir mi vida sobre la base de la esperanza,
el valor y el amor.

La envidia y los celos son un mal pernicioso que afecta al mundo.
Yo nunca he sentido envidia por algo ni de alguien;
tampoco me invade la energía negativa,
porque siempre le pido a Dios que me permita triunfar en todo lo que emprenda;
es decir, primero me lleno de energía positiva y luego emprendo un nuevo objetivo.
Lo que he ganado, lo he compartido con quienes me han rodeado,
teniendo presente el proverbio “Haz el bien y no mires a quien”.

Soy feliz ayudando a toda persona que pasa por mi camino.
Me acostumbré a querer a todo el mundo,
he sido bien correspondida y me siento feliz de hablar sobre este tema.
Con mucho orgullo, puedo decir que jamás he hecho mal a alguien y por eso es tal vez,
el mejor triunfo de mi vida.
Por eso, tengo mi conciencia tranquila.

No cupo a los demás por lo malo que me ha pasado en la vida
y a nadie le he guardado odio y rencor.
Así, no ofendo a mis semejantes,
y siempre he estado con mi conciencia tranquila,
lo cual me ha conducido al éxito porque puedo ver las cosas con más claridad
y no tengo angustia por arrepentimiento o dudas.
Además, con el tiempo he adquirido energía positiva que me ha permitido dar el paso
y moverme en la dirección correcta.

Vivo tranquila y puedo morir en paz.
No tengo de que arrepentirme y creo que ya he pagado por mis pecados.
La vida es un mar picado, nosotros somos el barco que tiene
la obligación de llegar sano y salvo al puerto.

Si todos buscamos la paz, podríamos hacer una cadena maravillosa
que produzca alegría y evite la violencia.
Todo acto violento produce llamo y dolor.
Cuando sufro, no lloro con lágrimas, pero mi alma sufre mucho.
Ante un acto violento, siempre trato de resolver el problema.

He viajado mucho por diversos motivos,
pero el principal ha sido aprender.
Así mismo, he conocido muchísimas personas con el mismo interés.

Quien desee triunfar en la vida,
debe propiciar una estrecha relación entre mente y cuerpo.
Los impulsos positivos son muy importantes
y se adquieren por medio de nuestra mente y de nuestro cuerpo.
Necesitamos tener comunicación ron Dios, hablarle Y escucharlo.
Él sabe todo lo que nos pasa y nos va a pasar.

Cuando hablo con Dios,
yo sé que me escucha
porque siento en mi interior
una especie de vientecillo que me reconforta y me reanima.

Los años llegan y afectan nuestras capacidades.
Por tal razón, durante la juventud
debemos acumular reservas suficientes que nos sirvan durante la vejez.
Si acostumbramos a tener buen criterio desde nuestra juventud.

Si pudiera, retrocedería unos 20 años para trabajar más,
hacerlo con calidad y rendimiento
y ayudar a los demás, con esperanza y amor.

En el día cantan los pájaros
y en la noche lloran los gatos.
Nuestra vida debe ser como el día y siempre tratar de cantar.

Debemos estar dispuestos a escuchar críticas negativas y positivas.
Las positivas debemos agradecerlas y las negativas,
tomarlas como experiencias para no volver a cometer los mismos errores.

Si nos reunimos cuatro personas para ver una telenovela,
cada persona adecuará las escenas a sus problemas o vivencias personales
y las relacionará con su consciencia.
Unos tomarán conceptos para obrar bien,
otros para obrar mal y algunos para cambiar.

Somos uno con el poder que hemos ido creando,
me siento segura y a salvo,
porque sé que todo está bien en nuestro mundo.
Los días pasan mientras se recomponen los hilos rotos.
Me parece que el mundo es una carpa de circo
lleno de títeres que agachan la cabeza.

Creo que la humanidad en lugar de avanzar por los caminos pacíficos
se pierde en el túnel oscuro de la guerra.
Debernos liberarnos de los compromisos que no ayudan a crecer
y también del cinismo de algunas personas
que nos rodean de acuerdo con el mal momento.
Respeto la informalidad, me aburren las ceremonias para pensar y vestir,
me aburren también los que se preocupan por la opinión de los demás
y se cuidan tanto a la hora de hablar
que terminan no diciendo nada de importante.

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