Errores de redacción podrían ser un indicio de esta enfermedad.
Por Myriam Manosalva | 25/05/2021.
Para una enfermedad degenerativa y demoledora como el Alzhéimer, un diagnóstico temprano puede ser crucial para su tratamiento, ya que entre más pronto se detecte menor será el impacto de esta condición en la persona que la padece. El reto frente a esta enfermedad en la actualidad es identificar los signos de alerta que se muestran como cambios sutiles sobre algunas áreas del cerebro.
El Alzheimer comienza a revelarse con leves indicios como la pérdida de memoria y la reducción de la capacidad cognitiva que lentamente va deteriorando la calidad de vida del afectado y de su entorno más cercano. Si este mal no es detectado a tiempo, avanza a ritmos agigantados y puede llevarse por completo la memoria y diversas habilidades intelectuales del individuo.
En el tratamiento que se ofrece a los pacientes de Alzheimer en la actualidad se hace uso del diálogo con el médico tratante para determinar el estado del paciente, este análisis de habilidades lingüísticas cobra gran importancia ahora que la Inteligencia Artificial (IA) es capaz de analizar los recursos de lenguaje utilizados, así como el tono de voz para arrojar un diagnóstico acertado acerca del nivel de daño cerebral en el paciente.
Esta IA puede analizar un test de la salud mental que se aplica a los pacientes, en el cual se debe describir una imagen de un niño sobre un banco intentando alcanzar unas galletas de la alacena, mientras su hermana permanece a su lado y una mujer lava los platos en una cocina. La descripción de esta imagen puede predecir hasta con un 70 % de efectividad la escala mental de la persona y si desarrollará Alzheimer, años antes de padecerlo, al evaluar la morfología de las frases empleadas. De esta manera se espera usar los cambios del habla para predecir la futura aparición de la enfermedad en adolescentes y jóvenes adultos que presenten algún riesgo de desarrollar la enfermedad.
Otro estudio realizado en la década de los ochenta a un grupo de 678 monjas de la congregación de las Hermanas de Notre Dame, en un convento de Mankato, Minnesota, denominado como ‘Estudio de las monjas’. Revisó con IA la evolución de las monjas desde que entran al convento hasta una edad avanzada. Para determinar si desarrollarían Alzheimer se estudiaron sus diarios al momento del ingreso y escritos posteriores y observaron que 60 años después, el 80 % de las monjas con bajo nivel verbal escrito, había desarrollado Alzheimer. Mientras que el 10 % de las monjas con buena redacción había manifestado esta enfermedad.
De esta manera el uso de inteligencia artificial combinada con pruebas de tipo lingüista, puede extraer un resultado significativo sobre la trayectoria cognitiva de la persona. Ahora se sabrá sobre la presencia de la enfermedad unos 6 o 7 años antes de que haya un síntoma reconocible mediante los métodos convencionales.
Este avance es significativo dado que mejoraría la calidad de vida de las personas con indicios de demencia y se espera que este estudio evolucione hasta desarrollar una herramienta de fácil uso para los médicos en la evaluación del riesgo de un paciente de contraer Alzheimer.
