Por: Laila Libbos.
Sé que, si me propongo a acabar con las malas energías, debo hacer un gran esfuerzo, pero eso es muy favorable para mí, de paso despejo dudas y me enfoco en lo que realmente requiero para lograr lo que quiero en mi vida.
Mi vida está basada en lo que siento, es lo que me estabiliza, mis palabras las sensibiliza y en mis manos está cualquier cambio a mi favor, porque pienso que de eso depende todo lo que suceda en mi entorno, por ende, me siento con toda la autonomía y experiencia para manejar mi existencia.
Te puede interesar:
A la democracia le falta virtud.
Nos hicimos a una democracia demasiado “demócrata”. Bien lo dijo Discépolo: “Hoy resulta que es…
CARTA ABIERTO AL CORRUPTO DE CÉSAR GAVIRIA
Al insultar al presidente de la República, como usted lo hizo ayer al descalificarle su…
La precariedad del periodismo
La precariedad del periodismo no es solo económica. La sobreproducción de información en busca de…
