Por Leonardo Rincón | 30/04/2021.
En América Latina se ha disminuido la disponibilidad del líquido, por persona, en un 22% en las últimas dos décadas, mientras que el Amazonas ha perdido cerca del 17% de su zona arbórea. Estos hechos traen como consecuencia el desplazamiento de especies endémicas y la pérdida territorial para indígenas de la zona. Debido a la quema de zonas, muchas de las tierras pierden la fertilidad ya que personas inescrupulosas vierten químicos sobre la misma para que no puedan volver a generar siembras sobre esta misma; toda esta consecuencia hace que los habitantes de los países latinoamericanos pierdan la oportunidad cada día de poder consumir agua potable.
Germán Poveda, doctor en Ingeniería y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, explica cómo las personas que viven en ciudades como Bogotá, Quito, Lima y La Paz podrían quedarse sin agua, dados los pasos tan agigantados que se están dando en la Amazonia y la deforestación que está acabando con ella y con nuestros recursos naturales no renovables.
Según Poveda, los “ríos voladores” (es el fenómeno que hace que fuertes vientos arrastren grandes cantidades de humedad desde el océano Atlántico a la región Amazónica, luego a los Andes y al sur del continente) “están en un circuito de transporte de humedad y de retroalimentación de humedad hacia la atmósfera, de la cual depende el clima de todo Sudamérica y el suministro de agua a los glaciares y páramos Andinos, de los cuales depende el suministro de agua de grandes ciudades”.
El proceso de la evapotranspiración consiste en la evaporación del agua que hay en la superficie terrestre, así como la de los humanos y animales. Esta evaporación es transportada por los ríos voladores, los cuales son los que transportan el agua a diferentes partes para así poder crear lluvias con abundante agua logrando regar toda la región Andina y de Sudamérica llegando hasta Mar de Plata en Argentina; de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil, cada árbol puede transpirar mil litros (1000 lts) de agua al día, lo que quiere decir que en promedio toda la amazonia junta transpira un promedio de 20 toneladas de agua al día.
De acuerdo con Alejandro Parra, ingeniero ambiental y magíster en Manejo de Recursos Hídricos de la Universidad de Stuttgart, confirma que al existir bosques, estos absorben la humedad y esa agua poco a poco se va evaporando, si no hay plantas o árboles esta agua se va a filtrar por la tierra, ya que no hay una raíz que permita la absorción del agua y nutrientes. Toda esa agua que es evaporada es la que permite que en muchas regiones de Sudamérica puedan haber lluvias por el transporte de la humedad.
Es lamentable cómo ardió en unos años pasados gracias a la tala irresponsable, al descuido de los gobiernos y a las grandes multinacionales que buscan beneficios particulares. El papa Francisco posó su mirada en la Amazonía creando un sínodo con dicho nombre, el pulmón del mundo día a día desfallece gracias al poco sentimiento ambiental, que hace que seamos indiferentes ante lo que nos da la vida y la futura sostenibilidad.