MIS MEMORIAS

Por Padre General Roy Contreras P.

Hoy mis letras se transcriben con una tinta diferente, un colorido mensaje de esperanza en un papel grisáceo.

Trazo mi nota con anchura en el corazón, la ferviente admiración y el total reconocimiento de uno de mis religiosos que venciendo los paradigmas, patrocina una Iglesia más inclusivamente humana, una iglesia que hace su púlpito en la calle y que en común unión muestra el rostro del amor de un Dios crucificado, ante el que sufre todo tipo de inclemencias. Esta iglesia callejera se sustenta en la compasión, en el patrocinio misericordioso de un tazón de sopa, en la voluntad de servicio y en las sonrisas agradecidas de muchos rostros maltrechos que evangelizados sin mediar palabras gritan un ¡amén!

En particulares días se transforman las suntuosidades litúrgicas que nos proponen los ritos convencionales, en gloriosos y excéntricos harapos que nos presumen la inspiración inicial de Cristo al fundar la auténtica iglesia como esperanza de los pobres.

Este sentido Cristianamente humanista, fue el que supo comprender Fr. José Adrián Henao, (Fiel Cofrade de San Pablo) al dedicar su vida como auténtico misionero del Señor, al servicio de los más pobres, aquellos inmersos en la absoluta nada y que hambrientos de Dios, claman por una poca de bondad ante un mundo qué se confiesa Cristiano solo de palabras.

Entre desprecios, gritos de rechazo, miradas de acusación, juicios irregulares de odio y la mirada escéptica de muchos que en desacuerdo reprueban su trabajo con el habitante de calle, él continúa ejerciendo con humildad a lo que le incita su fe en el enajenamiento de sí mismo por los demás.

Como pastor enorgullecido me sujeto en la esperanza que, encontremos el auténtico sentido misional de nuestra cultura de fe y que podamos piadosamente transformar el mundo con una mirada más positiva al servicio de los que sufren. ¡Enhorabuena!

Reverendísimo Padre General
Roy Contreras P.
Febrero 7 de 2022.