Por Martín Casanova Piraquive | 06/04/2021.
Científicos del Conicet y de la Universidad Nacional del Comahue en Argentina, hallaron el día sábado 03 de abril, los restos de una nueva especie de dinosaurio carnívoro designado como ‘Llukalkan aliocranianus’, que habitó hace más de 80 millones de años en la Patagonia.
Esta nueva especie de tiranosaurio, del cual sus restos se encontraron en el oeste de Argentina y cuya investigación fue publicada el martes 30 de abril por la revista Journal of Vertebrate Paleontology, fue denominado por los científicos como ‘Llukalkan aliocranianus’ que por sus siglas en mapuche Llukalkan, significa “el que causa miedo” y en latín aliocraniaus, que es “cráneo diferente”, consistía en tener un tamaño de más de 5 metros de largo, con una mandíbula enorme y dientes afilados. Este reptil carnívoro se localizaba hace más de 80 millones de años en el hemisferio sur y era uno de los principales depredadores de esta región geográfica.
Los restos de este réptil carnívoro fueron encontrados a unos 700 metros cerca del centro arqueológico de La Invernada en Argentina. Por lo tanto, estudios científicos revelaron que este dinosaurio era uno de los ‘‘principales depredadores asesinos’’ en toda la Patagonia argentina durante el Cretácico Superior, debido a su gran tamaño corporal, cráneo con grandes huesos, mordida extremadamente poderosa, dientes muy afilados, enormes garras en sus patas y agudo sentido del olfato. Esta especie perteneciente a la familia de los abelisáuridos, eran dinosaurios terópodos que tenían un tamaño de cinco a nueve metros de longitud y vivían en el antiguo continente austral de Gondwana, lo que actualmente es África, la India, la Antártida, Australia y América del Sur.
El paleontólogo de la Universidad Nacional de San Luis en Argentina, Federico Gianechini, confirmó que los restos fósiles encontrados de este dinosaurio depredador, están conformados por una caja craneal muy bien protegida, la cual, consiste en contener huesos muy gruesos que armaban una serie de protuberancias en su cabeza, siendo similares a las de algunos reptiles del presente como el monstruo de Gila y ciertas especies de iguanas. Por lo tanto, la forma del cráneo de este reptil indica que también contenía un mejor sentido del oído que la mayoría de los abelisáuridos hallados por la ciencia y comparable al de los cocodrilos actuales, lo que probablemente lo convertía en un supremo cazador por lo que el mismo nicho ecológico de los abelisáuridos, se alimentaban de las mismas presas.
Estudios científicos también determinaron que este reptil existió en el mismo período de tiempo que vivieron otras especies de abelisáurido como el furelisauria (lagarto de espinazo rígido) y el Viavenator exxoni dentro de la Patagonia argentina. Sin embargo, todos estos dinosaurios eran similares al tiranosaurio rex en términos generales, ya que disponían de pequeños brazos, cráneos cortos y profundos con crestas, protuberancias y cuernos. No obstante, la evidencia fósil de la especie Llukalkan especifica que los abelisáuridos aparecieron justo antes de que los demás dinosaurios se extinguieran en la Tierra. Por lo tanto, la diversidad y abundancia de estos dinosaurios no solo en se hallaban en la Patagonia, sino también en muchas áreas de la Tierra, durante el periodo del Cretácico.
Por otra parte, el doctor del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología de Argentina, Ariel Méndez, concluyó que estos reptiles todavía estaban experimentando nuevas etapas evolutivas y comenzaron a cambiar de manera rápida justo antes de que se extinguieran por completo, por lo que general, se encuentran fragmentos de huesos largos y vértebras de esta especie.
Los abelisáuridos se dieron a conocer en 1985, cuando fueron halladas las primeras especies individuales de este grupo en la Patagonia argentina. Sin embargo, a medida que fueron hallados más restos de estos réptiles en otras partes del mundo, comenzaron a surgir hipótesis sobre la existencia de dos grupos con rasgos particulares que provenían originalmente de Sudamérica y del norte de África, Madagascar y la India.
En 2014, científicos argentinos encontraron en la formación Bajada Colorada, al sudoeste de Argentina, los restos de un titanosaurio gigante designado como ‘Ninjatitan zapatai’ que vivió hace más de 140 millones de años, siendo la especie más antigua del mundo jamás descubierta.
En las últimas décadas, se han encontrado importantes descubrimientos de especies de dinosaurios que se originaron a comienzos del período Cretácico y 10 restos más de la especie ‘Llukalkan aliocranianus’ en la Patagonia argentina.