POR JORGE ENRIQUE SANTACRUZ
Por ahí se emperezaba, regando la noticia; “me voy para San Andrés”.
Después…los encargos; una larga lista de antojos, porque eran antojos y no necesidades. Apunte vecina que cuando venga arreglamos o tenga esto que después le completo. Eso sí, no me vaya traer lo más caro; acuérdese como está la situa. Y si viene muy cargada, me avisa, que yo tengo un maletero que le arregla la sacada y le cobra barato. Ah… y si ve algo que crea que me guste, pero eso sí que no sea tan caro; hágale. Y la respuesta era casi inmediata: Tranquila mija que yo tengo todo arreglado. Sé a dónde ir; unos almacenes baratísimos, quien me las sube y quien me las baja… las maletas, tranquila, usted no más confié que yo le traigo todo, lo mejor y más barato, tranquila, sino pregúntele a la vecina Rosa o a cualquiera que me conozca, lo efectiva que soy.
La vuelta ya estaba completa: los clientes, la lista de encargos, los almacenes y los maleteros, que le suben y le bajan la mercancía.
Y se fue.
Y ahora vienen los ayes y el ojala.¡¡¡Ay!!! Se me olvido, le hubiera dicho… ojala no se olvide.
1,2,3,4, días y 5 las noches que se hacían largas e interminables esperando por los encargos y las sorpresas supeditadas al buen gusto de la vecina.
Llegó de San Andrés.
No importaba la hora de llegada, la que fuera, llego…llego… llego de San Andrés se regaba por el vecindario como pólvora y “vamos a ver que me trajo” ¿y ahora que le dijo? En fin… vamos a ver que pasa.
Vecina… ¿Cómo le fue? Como que no conoció el mar. Como lo iba a conocer si me la pase buscando lo suyo y le conseguí todo y le traje unas cosas bellísimas que están de moda.
Vamos a ver…
Su vajilla Corelca, y su televisor aquí están.
La loción, jabón, crema de afeitar, mejor dicho; todo el set de Pino silvestre para su esposo, y para usted como me iba a olvidar: su perfume con olor a violetas de Yardley, aquí están.
Lo mismo que los cartones de Marlboro, los chocolatines Garoto, los chicles con relleno de yerbabuena, las bolsas de caramelos surtidas, y claro las chocolatines; Snikers.
Bien vecina mañana arreglamos que ya es muy tarde.
Vecina…vecina, se me olvido decirle, que también le traje lo que me encargo tan especialmente; el ginseng en ampollas para su marido.