Por Rafael Chavarro M.
En un momento álgido de la parábola de la crisis política, mientras reclamaba severamente al Congreso de la república por la grave ineficiencia en el trámite legislativo de los artículos que propenden por entregar terrenos baldíos a los campesinos desposeídos, dijo el presidente: “Quita una negociación pacífica y obliga a expropiar”.
¿De qué contenidos está preñada tan estridente requisitoria presidencial?
- Advierte que se está conduciendo al gobierno, al callejón sin salida del incumplimiento.
- Notifica al Congreso, que está inmerso en una intolerable molicie legislativa, tan grave, que el país no puede tolerarla.
- Obliga al país a reflexionar sobre inminentes peligros para la implementación de la paz.
- Convoca a la Sociedad a enfrentar la necesidad de avanzar en una decidida agenda social.
Con este grito democrático se alarma, frente al asombroso acto de las Comisiones Económicas del Congreso, que decidieron ayer, anular el artículo -realmente el único instrumento políticamente tranquilo- que permite al gobierno adquirir comercialmente la tierra, sin tener que invocar el recurso constitucional extremo para expropiar, si es que se desea cumplir con los imperativos políticos, sociales y morales de pacificar el país dotando de tierras a quienes las trabajan.
Hoy, el presidente se ha preguntado incrédulo, si es que el congreso de la república está conduciendo al país a una guerra.
Estos angustiosos momentos nacionales, fueron también definidos por otra frase lapidaria que arguyó el presidente Gustavo Petro:
“Un Gobierno de emergencia que tenga funcionarios que trabajen de día y de noche, cuyo corazón esté a favor de la gente humilde y no simplemente por ganar un salario y unas comisiones, y que sea capaz de adelantar los enormes retos que se nos demandan en el campo rural. Ya no podemos esperar más”.
CABEN ALGUNAS CONCLUSIONES
- El presidente ha tomado con fuerza, el bastón de mando.
- Se ha negado a someterse a las imposiciones de los jefes políticos, haciéndole estallar a César Gaviria, una bomba en las manos.
- Ha depurado vigorosamente su gabinete, conduciéndolo a una definición plena con su programa de gobierno.
