Un enorme lago en la Antártida desapareció en el Océano Glacial en una forma misteriosa

Por Martín Casanova Piraquive | 03/07/2021.
Investigadores estadounidenses hallaron, a partir de imágenes satelitales, la repentina desaparición misteriosa de un enorme lago profundo que se encontraba situado en la parte superior de una plataforma de hielo en la Antártida, por lo que se deduce que pudo haber sido por el propio peso del agua y los efectos del cambio climático.

Imagen de David Mark en Pixabay

El día viernes 25 de junio, se informó que un equipo de científicos del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, (Estados Unidos), en cooperación de algunos investigadores internacionales descubrieron la repentina desaparición de un lago grande en la Antártida, que se encontraba ubicado en la parte superior de la plataforma de hielo Amery y el cual contenía la misma cantidad de agua que la bahía de San Diego.

Los investigadores habían planteado lo suficiente para desatar la estabilidad de los grandes cuerpos de hielo que se encontraban en la zona de hielo, por lo que se encuentran investigando el acontecimiento de este enigmático fenómeno natural que se desató en muy pocos días en el territorio antártico.

En un artículo publicado por la revista científica Geophysical Research Letters, el 23 de junio, indicó que este misterioso evento natural ocurrió durante el invierno de 2019, sobre la plataforma de hielo ubicado en la Antártida oriental, donde hubo una interrupción que se formó con una velocidad de 60 km2 por debajo de la superficie, por lo que las aguas comenzaron a filtrarse hacia el Océano Glacial, a través de una cavidad de hielo de 1,4 kilómetros de grosor, con el fin de conducir al lago a una mayor descarga de hielo del continente, por lo que esto causó su colapso.

Este reciente estudio demuestra cómo las mediciones geodésicas de alta resolución por el satélite satélite ICESat-2 pueden analizar los procesos críticos del derretimiento de la plataforma de hielo a escala fina, pero no se ha encontrado una solución adecuada para saber cómo será su futuro en el continente.

Actualmente, el posible aumento de los flujos alrededor de lagos profundos cubiertos de hielo y la hidrofractura de gruesas plataformas heladas también deberían considerarse en las proyecciones para un próximo calentamiento.

La plataforma Amery es un amplio espacio de hielo que se encuentra ubicada en parte oriental de la Antártida, hacia el sur del Océano Índico, y sobre la cabecera de la bahía de Prydz, entre la costa de Lars Christensen y la de Ingrid Christensen y se encuentra geográficamente entre 69°S y 70°S y entre 72°E y 75 E., con una longitud que disminuye desde 400 km en su una anchura máxima, hasta los 175 km y con algunas áreas heladas que alcanzan los 1.800 metros (5.900 pies) de espesor. Por lo tanto, esta plataforma de hielo es la tercera más grande del continente.

Este nuevo descubrimiento geológico fue registrado a través de imágenes que fueron captadas en las noches de junio, a través de una luz verde que fue descargada por el radar del satélite ICESat-2 de la NASA, por lo que los investigadores registraron el drenaje del lago a una profundidad de 600 a 750 millones de metros cúbicos (21 a 26 mil millones de pies cúbicos), donde lograron detectar que los grandes cuerpos de hielo que se acumulaban en la superficie a unos once kilómetros cuadrados (4,25 millas cuadradas), comenzaron a caer en forma de cráter a unos 80 metros (260 pies), ya que la pérdida de agua hizo que la plataforma se volviera más liviana, debido a que la presión del océano y los alrededores inmediatos de la zona acuática se elevaron a unos 36 metros (118 pies).

También utilizaron mapas de elevación de la superficie elaborados por el Centro Geoespacial Polar (PGC) de la Universidad de Minnesota, como propósito de mostrar la interrupción que transformó el paisaje regional antártico en 60 kilómetros cuadrados.

El descenso de la superficie, conocido como “dolina” de hielo, contenía los restos fracturados de la capa de hielo, ya que la elevación del lago creó un nuevo depósito de agua, a partir de un brazo poco profundo del original. Durante la siguiente temporada de deshielo, este lago se llenó a más de un millón de metros cúbicos por día y luego se desbordó en la cavidad de las dolinas.

Los científicos explicaron que no es raro ver lagos drenados a través de la hidrofractura y, de hecho, lograron identificar muchas plataformas de hielo dentro de la Antártida que pueden ser vulnerables, pero no se espera que se desate un cráter en una profundidad de hielo tan alta.

El profesor asistente del Departamento de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente (DEES) del Observatorio Terrestre Lamont Doherty en la Universidad de Columbia, el doctor Jonathan Kingslake, destacó que este impactante evento natural fue la finalización de décadas de acumulación y almacenamiento de agua derretida debajo de esa tapa aislante de hielo, que ayudó en la medición de la superficie de aguanieve.

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