(De la obra “El Odio no se escribe” Edición julio 2011)
Por Helen Fares de Libbos
Durante mi vida he buscado soluciones a los problemas que se presentan.
Este tercer libro, después de Lucha con amor y Canto a la vida, es un enfrentamiento entre la investigación y la realidad concreta y objetiva, descubriendo aquellos valores que quise transmitir con los mensajes de mis libros y que han permitido el cambio en la vida de algunas personas.
Han encontrado que esas palabras llevan sabiduría, experiencia y amor.
Creo que quien lea mis libros encontrará una guía práctica para los problemas diarios.
Paso a paso, en los libros se descubre un cúmulo de verdades aplicables a cualquier situación.
Una historia muy especial me sucedió en una cita médica, fui a que me midieran la fuerza de las manos.
El consultorio estaba lleno de pacientes y me llamó la atención una mujer joven que se quejaba del dolor en las manos.
Le pregunté si hacía algún oficio con las manos y me dijo que no, que no hacía nada y que nunca lo había hecho.
Y yo que lo hacía día y noche…
En mi cartera llevaba agujas y lana y empecé a enseñarle a tejer, el tiempo en el que tuvo las agujas olvido el dolor de sus manos.
La mente y las manos, parte de la máquina más perfecta, de la estructura más milagrosa.
Quince días después la encontré en el mismo consultorio y tenía agujas de tejer en sus manos.
El destino escribe nuestras vidas sobre hojas en blanco, pero la calidad del papel depende de nosotros.