La artista grafitera, Shamsia Hassani, retrata a mujeres afganas que se enfrentan a amenazas de los talibanes, dando voz a los peores temores.
Por Valentina Bohórquez | 14/09/2021.
Hassani, nacida en Irán en 1988, hija de refugiados, comenzó a hacer grafitis y arte callejero en 2010, después de haber estudiado artes visuales y pintura en la Universidad de Kabul. La inestable situación de las mujeres y las niñas de la sociedad afgana dominada por los hombres, es el tema de su trabajo.
En los últimos años, Shamsia Hassani ha alcanzado un éxito internacional, ya que es la artista callejera más famosa de Afganistán debido a su valiente forma de dar voz a las mujeres de su país.
Ha viajado a distintos lugares de Estados Unidos, Europa y Asia, apareciendo así en la lista de los 100 mejores pensadores globales en 2014 de la revista “Foreign Policy”, incluida en el segundo volumen de una colección de retratos de mujeres innovadoras del mundo llamado “Goodnight Stories for Rebel Girls” y siendo un rostro diferente para las mujeres de su país, dando una nueva esperanza.
A medida que los talibanes se fueron tomando Afganistán hasta llegar a Kabul, Hassani empezó a tener más presencia e impacto en las redes sociales; las mujeres empezaron a evitar espacios públicos y varios artistas eliminaron mensajes de chat y cuentas de redes sociales por miedo a repercusiones violentas de los talibanes.
Después de la toma a Kabul, las redes sociales de Hassani no tuvieron movimiento por algunos días, lo cual alertó a sus seguidores, quienes temían por su seguridad. Pero en la noche del 17 de agosto se publicó al fin una nueva imagen que tranquilizó a la audiencia, confirmando que seguía trabajando y dando voz a las mujeres afganas.
Ahora bien, publicar este tipo de imágenes es un acto de valentía en Afganistán, los artistas enfrentan una situación peligrosa, en especial las mujeres, debido a que, según activistas y analistas de Derechos Humanos, se cree que los talibanes impondrán restricciones y castigos mortales a las mujeres igual que en su gobierno de los años 90 del siglo XX.
Las artistas están en doble peligro, primero por ser mujeres y segundo por realizar trabajos rigurosamente prohibidos que violan la estricta interpretación de la ley islámica de los talibanes.
Según la plataforma “Street Art Bio”, la fuerza que tiene el grafiti para resaltar los desafíos que enfrentan las mujeres afganas públicamente, fue una de las principales razones por las que Hassani eligió grafitear, ella quiere cambiar la forma en que el mundo percibe a las mujeres afganas, “tratando de mostrarlas más grandes, modernas y felices” afirma ella.
Por otro lado, la artista también utiliza su arte para responder directamente a los ataques de los talibanes y otros grupos extremistas con imágenes de sufrimiento y pérdida.
Las mujeres que pinta muestran anhelo, esperanza, desafío, angustia, libertad y miedo, no tienen boca, pero si elementos como la naturaleza o instrumentos musicales que son un símbolo para que las mujeres toquen su voz con ellos, también suelen tener los ojos cerrados porque no tienen nada bueno que ver a su alrededor.
Finalmente, sus obras han dado color en las calles y en las galerías de arte, poniendo en valor a todas las mujeres y niñas del país, dejando como reflexión final su lema, “El arte cambia la mente de la gente y la gente cambia el mundo”.
