Una misteriosa señal de radio proveniente del centro de la Vía Láctea, ha desconcertado a los astrónomos. Las ondas son diferentes a cualquier fenómeno conocido.

Por Ángel Yosniel | 16/10/2021.
Un artículo titulado “Descubrimiento de ASKAP J173608.2–321635 como una fuente puntual transitoria altamente polarizada con el buscador australiano SKA”, publicado en la revista Astrophysical Journal el 12 de octubre del presente año, asegura que un grupo de astrónomos detectó señales de radios anómalas entre los meses de enero y septiembre del año pasado.
“Divulgamos el descubrimiento de una fuente de radio altamente polarizada, altamente variable, de espectro empinado, ASKAP J173608.2−321635, ubicada a ∼4 ° del Centro Galáctico”, según el abstracto del estudio.
La fuente se detectó seis veces y fue monitoreada con el telescopio MeerKAT, desde noviembre del año pasado hasta febrero del 2021. Sin embargo, las ondas de radio no se detectaron antes del 7 de febrero al momento de aparecer. Además, tuvo una densidad de flujo máxima de 5,6 mJy.
Según el equipo de investigadores, al momento de apuntar hacia la fuente, con un instrumento más sensible, esta fue detectada una sola vez y luego desapareció.
Aunque en anteriores ocasiones, los astrónomos encontraron extrañas ondas en el espacio, la nueva señal ha presentado algo inusual: tiene una alta polaridad, es decir, la luz oscila en una dirección determinada, pero rota al transcurrir el tiempo.
Las ondas de radio se dirigieron a la tierra de manera intermitente, sin ningún tipo de causa. En pocas palabras, la señal aparece y desaparece al azar.
En el centro de la galaxia hay un agujero negro, en las regiones cercanas existen grupos de estrellas como gigantes rojas, astros masivos y gases demasiado calientes, aún más calientes que el propio sol. Además, es una zona donde abundan señales de radio.
“En principio pensamos que podría ser una púlsar –un tipo de estrella muerta muy densa y que rota– o también un tipo de estrella que emite enormes llamaradas solares», afirmó Ziteng Wang, autor principal del artículo y estudiante de física en la Universidad de Sídney.
El estudio fue realizado por 21 físicos, algunos se nombran a continuación: David L. Kaplan, Tara Murphy, Emil Lenc, Shi Dai, Ewan Barr, Dougal Dobie, B. M. Gaensler, George Heald, James K. Leung, Andrew O’Brien.