(De la obra “Soñar despierto” Edición noviembre de 2015)
Por Helen Fares de Libbos
Soy ajena a este mundo y hay en mí una severa soledad y una dolorosa tristeza. De noche estoy sola y duermo muy poco, pero en mi soledad contemplo un país antes desconocido y muy encantador que es Colombia, y esta visión tiene mis sueños de una tierra grande y lejana. Mi llegada a Colombia fue como llegar al paraíso, trabajando desde el primer día y aprendiendo a hablar y a escribir el idioma.
Cuando me di cuenta habían pasado 40 años, durante ese tiempo formé mis veredas, una en Chiquinquirá, otra en Simijaca y otra en Sindamanoy en Bogotá. Soy una extraña entre mi gente, pero tengo muchos amigos, he obrado siempre correctamente, con conciencia y tolerancia, cuando los amigos me buscan para pedir consejos de negocios. Soy una extraña entre las mujeres y siempre he manejado mis intereses y mi trabajo.