Por Myriam Manosalva | 23/08/2021.
Una hamburguesa de varios pisos es considerada usualmente como un delicioso reto, pero este no fue el caso para Holly Strevens, una mujer inglesa que llamó a KFC para enfrentarse a la gigante hamburguesa ‘Wicked Zinger Burger’, compuesta por un gran filete de pollo frito, una ‘Hash brown’ o torta de papa, una rodaja de queso, lechuga, salsa picante, mayonesa cremosa, y dos panes tostados. Pero la hazaña de intentar probar cada capa de la majestuosa hamburguesa de un solo bocado le salió muy caro.
La vida de Strevens cambió por completo cuando abrió la boca para darle una gran mordida a la apetitosa comida y escuchó un horrible traqueo que provenía de su mandíbula, que no soportó tal apertura y terminó por dislocarse. La mujer debió recibir asistencia médica inmediata y hoy siete años después del suceso, tras cinco intervenciones quirúrgicas, cuenta como este desliz con la comida la marcó para siempre.
“Estoy muy enfadada por lo que ha pasado, esto puede sucederle a cualquier persona que abre demasiado la boca. Antes de esa hamburguesa era una persona completamente sana, no había tenido ningún problema y a partir de entonces llegaron de la nada” Aseguró la mujer.
Strevens recibió el diagnóstico de trastorno de la articulación temporomandibular, esta condición aparece cuando los nervios y músculos que unen el hueso mandibular con el cráneo se inflaman o deterioran. Esto ha repercutido en dolores crónicos en el área de la mandíbula de la mujer, acompañado de convulsiones no epilépticas que no le han permitido seguir desempeñando sus funciones cotidianas con normalidad, como el trabajo al cual debió renunciar a causa del trastorno.
Strevens nunca más pudo recuperar la normalidad de su mandíbula a la hora de comer ya que, una persona usualmente puede abrir la boca 35 milímetros, pero Strevens puede abrirla tan solo 13 milímetros, además como recordatorio de su error carga una cicatriz que la recorre desde la ceja hasta el lóbulo por todo el lado izquierdo de su cara.