Berlín, 1 oct (EFE).- Las autoridades alemanas investigan un presunto chat policial con expresiones racistas en el que participaban unos 25 agentes, caso que se suma al de la treintena de agentes de suspendidos por intercambiar contenidos neonazis y a otros cuatro sospechosos de los servicios secretos regionales.
Según la televisión pública ARD, se han abierto diligencias por un chat entre policías de Berlín en que se define a los musulmanes de “primates fanáticos” y a los refugiados de “violadores” o “ratas”.
En el grupo de chat participaban unos 25 agentes, a siete de los cuales se les atribuye un papel activo en la difusión de contenidos y chistes racistas o neonazis, que el resto comentaba.
El responsable de Interior del gobierno regional de Berlín, Andreas Geisel, ha declarado ante el citado medio su estupor por ese caso, que califica de “absolutamente inaceptable”, de confirmar las investigaciones en curso esas sospechas.
Otro caso reciente de chats policiales racistas ha suscitado un fuerte debate en Alemania sobre la necesidad de investigar presuntos comportamientos estructurales de este tipo entre la policía.
El ministro del Interior, el conservador Horst Seehofer, rechaza esa posibilidad y defiende que se analicen los comportamientos o tendencias racistas en el conjunto de la sociedad alemana.
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Seehofer considera que un estudio centrado solo en el presunto racismo estructural en la policía podría menoscabar la credibilidad del cuerpo, en unos momentos en que está sobresaturado de funciones, en parte por las situaciones de seguridad creadas por la pandemia.
Los ataques y hostilidad hacia los agentes han ido en aumento, sea en manifestaciones de los contrarios a las restricciones por la COVID-19 o entre la izquierda radical y otros grupos políticos.
El debate se generó tras la suspensión de servicio de treinta agentes del estado federado de Renania del Norte-Westfalia (oeste) por compartir en varios chats imágenes de Adolf Hitler, simbología nazi y recreaciones de un refugiado ante una cámara de gas,
Las autoridades renanas calificaron de “vergüenza policial” la existencia de estos chats e indicaron que no pueden considerarse ya como “casos aislados”. El responsable de Interior del “Land”, Herbert Reul, informó ahora de nuevas sospechas, esta vez sobre cuatro miembros de un equipo de observación de sus servicios secretos, así como de un comisario de la región que ha sido apartado de su puesto.
En los últimos tres años se han revelado seis casos de tendencias ultraderechistas en el cuerpo policial y en distintos estados federados. En cinco de ellos se apartó a los implicados del puesto, mientras que en otro se interpusieron “medidas de orden laboral”.
El más grave de esos casos fueron las amenazas contra políticos izquierdistas y otras personas de la vida pública lanzadas desde ordenadores policiales en el estado de Hesse (oeste). Iban firmados con la sigla “NSU 2.0”, alusivas al grupúsculo neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), autor de los asesinatos de nueve inmigrantes y una agente de la policía entre 2000 y 2007. EFE
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