La verdad de la muerte de Dawn Brancheau al ser “atacada” por Tilikum

Por María José Díaz Caldas.

En el 2010 me pasó algo que jamás se me va a olvidar. Todos me juzgaron por asesinar a mi entrenadora Dawn. La verdad yo estaba muy confundido, nunca pensé que fuera capaz de hacer algo así, pues yo quería mucho a mi entrenadora. Ella era muy especial conmigo y era una de las pocas personas que no me maltrataban en SeaWorld, que es mi hogar. Si les soy sincero a mí nunca me gustó ese lugar, yo quería salir y enfrentar al mundo tal y como es, pero con el tiempo me tuve que ir acostumbrando.

El 29 de abril fue el peor día de mi vida. Solo me acuerdo que estaba a punto de brillar con mi presentación, que sin presumir era muy famosa, y de repente Alexander, que era otro entrenador, exclamó que el show tenía que empezar más tarde. Él no dió razones y nadie tampoco le preguntó. Enseguida me pidió que fuera con él. Yo no quería porque él odiaba a Dawn y siempre quería superarla y no podía, pero… como siempre me tocaba obedecer si no quería que me pegaran. Recuerdo que lo único que me dijo fue que ya estaba cansado de que ella fuera tan increíble y me dijo que yo era el único que podía acabar con ella. Al escuchar eso yo quise escapar, pero él no me dejó. Me obligó a comerme una pastilla que enseguida me trajo una sensación de mareo. No entendía lo que estaba pasando. Desde ahí lo único que me acuerdo fue que empecé a escuchar muchos gritos. Al principio pensé que me estaban aplaudiendo, pero después me di cuenta de que no era así.  

Empecé a buscar a Dawn porque ella siempre me guiaba. No la veía por ningún lado, ya estaba asustado. Una señora me empezó a gritar ¡Asesino! Y de paso todos empezaron a decir que Dawn estaba en el fondo del estanque muerta. Apenas la vi comencé a llorar, no entendía lo que estaba pasando, lo único que quería es que ella no muriera.

Pasó el tiempo y me di cuenta de que toda la culpa la tuvo Alexander y que esa pastilla que me dió era para volverme salvaje. Siempre quise explicar la verdad, más sin embargo nadie me escuchó, pues soy una ballena. Lo único que quiero ahora es decirle a Dawn, así no me pueda escuchar, que esa nunca fue mi intención y que la amo y sueño que más adelante la pueda volver a ver en un lugar muy muy lejano, porque sin ella mi vida no sería igual.

6 comentarios en “La verdad de la muerte de Dawn Brancheau al ser “atacada” por Tilikum”

  1. Marcela Prieto

    Que relato tan conmovedor, me hizo sentir el dolor de los animales que en medio del encierro al que los someten los humanos, cometen actos que no quieren.

    1. Maravilloso relato, que sólo puede venir de un alma buena, me alegra tu sensibilidad que tanta falta le hace ha este mundo.

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