LA MUJER DE HOY, ES INTELIGENTE Y ES DISTINTA.

Mujer

"A cuántos hombres he escuchado decir que desean a una mujer inteligente en sus vidas. Yo los animaría a que lo pensaran bien. Las mujeres inteligentes toman decisiones por sí mismas, tienen deseos propios y ponen límites. Tú nunca serás el centro de su vida porque ésta gira en torno a ella misma. Una mujer inteligente no va a dejarse manipular ni chantajear, ella no se traga culpas, asume responsabilidades. Las mujeres inteligentes cuestionan, analizan, discuten, no se conforman, avanzan. Esas mujeres tuvieron vida antes de ti y saben que la seguirán teniendo una vez que tú te hayas ido."

Por: Rafael Chavarro M.

Una mujer inteligente y capacitada, pone en problemas a cualquier hombre.

Igual que un socio dinámico, en cualquier empresa, eleva notablemente las demandas de respuestas eficientes.

El esquema de pareja está inmerso en un rediseño, con dinámicas que el hombre latinoamericano no esperaba.

Nuestro machismo sempiterno -útil en los primeros momentos constitutivos de la sociedad- pareció ponernos a salvo de las competiciones que esta sociedad moderna está proponiendo.

Inicialmente fuimos dueños y amos de las mujeres. La sociedad evolucionando y enfrascada en otros conflictos de supervivencia, lo toleró durante mucho tiempo.

Entretanto, la naturaleza dedicaba sus mayores y mejores esfuerzos a dotar a la hembra humana de instrumentos -no necesariamente liberadores, como podríamos estar tentados a pensarlo- sino definiéndole capacitaciones para garantizar las complejas secuencias de la vida: Perspicacias sorprendentes, intuiciones milagrosas, resistencias inmensas contra toda adversidad, tolerancias adecuadas a largas esperas, capacidades de entrega y sacrificio realmente gigantescas. La madre humana es invencible, en condiciones normales e incluso excepcionales.

El hombre latinoamericano, está notablemente extraviado en medio de esta transformación que le pone en entredicho. Temeroso, reacciona medroso e inseguro.

Todo este maremágnum de papeles e iniciativas inesperadas, se traduce en graves conflictos de convivencia y de simple entendimiento.

La violencia es el arma insoluble con que el macho latinoamericano intenta detener la marcha de los tiempos, mientras esa mujer nueva, liberada de condicionamientos y de convenciones, avanza copando espacios, manejos, respuestas y predominios.

Creo que la naturaleza se orienta decidida a colocar la dirección del mundo en las manos prudentes y decididas de las mujeres.

Se está materializando, para la sociedad moderna, esa capacidad de dirección, entendimiento y manejo que intentando negar, desde siempre condenamos con la palabra BRUJA que -denotando poderes misteriosos- solo encerraba en sí, nuestro inmenso miedo a ser desplazados.

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