La farándula y la política

Por Fernando Calderón España.

Se acaba de crear el bloque de búsqueda de una oposición más sabuesa que inteligente.

La trivialización de todo lo que se genere en el gobierno del cambio apunta a desprestigiar una plataforma política con la que se ganó una presidencia. Pésima estrategia y temprana táctica para regresar al poder. ¿Por qué? Porque los resultados están apenas cocinándose.

El bloque de búsqueda se activó para cazar gazapos, errores, huecos en las suelas de los zapatos, tacones desgastados, pelos sueltos, tenis en lugar de Ferragamo, camisas por fuera y hasta una que otra lagaña y alguna sacada de mocos.
A propósito de quienes creen que Ferragamo es lo último en zapatos, esta marca no aparece en el top 10 de las mejores y más finas del mundo. Por el oficio de mi papá, los asuntos de zapatería los conozco.

Sigo. Ha surgido una oposición sabuesa y experta en trivialización.
No hay argumentos para defender un déficit fiscal heredado, una desfinanciación del fondo de estabilización de precios de la gasolina, el aumento de la deuda externa, el despilfarro de los recursos de la paz a 10 años, y otras jugaditas en los estertores de la administración pasada por lo que se acude a la banalizacion.

Claro, se ha dado papaya para usar un lenguaje popular. Pero eso no puede ser la punta de lanza de una oposición que tiene mucho más inteligencia para quedarse minimizando lo que si importa y resaltando los accesorios.

La farándula dejó las alfombras rojas y se tomó la política.
Por la pasarela está pasando la oposición vestida de cursilería en lugar del análisis serio.