Por Myriam Manosalva | 17/05/2021.
Hoy por hoy se tiene conocimiento de las vastas capacidades que poseen los animales para sobrevivir en nuestro planeta; como el hecho de que las aves se guían por el campo magnético de la Tierra, datos como este eran un misterio hace décadas, pero el genio de la física, Albert Einstein, pudo prever la existencia de los supersentidos en los animales, de los cuales habla en una carta donde describe la importancia de su estudio para la ciencia.
La carta fue escrita en 1949 por Einstein para ser enviada al ingeniero Glyn Davys, conocido por su investigación sobre radares. El documento hallado fue analizado por un equipo de investigadores australianos, lo consignado en la misiva ha sido profético en el área de la biología y la física, demostrando una vez más lo adelantado que se encontraba Einstein a su tiempo.
Einstein buscaba información sobre la manera en que los animales se desenvuelven en el ambiente natural, al observar la naturaleza, y mostraba especial interés en la investigación sobre abejas del etólogo austriaco, Karl von Frisch. En abril de 1949 Einstein asistió a una conferencia de von Frisch y al día siguiente se reunió con Davys para hablar al respecto.
La carta hallada recientemente sería en respuesta a su colega y da muestra de lo conversado en la reunión: “Es concebible que la investigación del comportamiento de las aves migratorias y las palomas mensajeras pueda algún día conducir a la comprensión de algún proceso físico que aún no se conoce”, escribió Einstein.
Einstein había descubierto que el estudio del comportamiento de los animales podía aportar información esclarecedora en el área. El investigador, Adrian Dyer, del Instituto Real de Tecnología, en Melbourne, Australia, comentó al respecto: “Siete décadas después de que Einstein propusiera que la nueva física podría provenir de la percepción sensorial de los animales, estamos viendo descubrimientos que impulsan nuestra comprensión sobre la navegación y los principios fundamentales de la física”.
Estudios recientes han demostrado que las aves pueden sentir el campo magnético de la Tierra usando fotorreceptores especiales en sus ojos, que permiten la migración a través de miles de kilómetros, sin que estas pierdan el rumbo. Ese conocimiento ha aportado en el desarrollo de la tecnología que facilita la vida humana, tal cual como Einstein lo predijo.
Muy interesante.