¿Estamos biológicamente programados para engordar? Conozca la razón por la cual adelgazar es casi una misión imposible

Imagen: Colombia.com

Por Myriam Manosalva | 13/07/2021.
Perder peso es una batalla difícil de ganar, especialmente si ya se sobrepasan los 30 años. Cada vez se aleja más la posibilidad de alcanzar ese deseado cuerpo de bikini para exhibir en vacaciones. Son innumerables las rutas expuestas para alcanzar el peso ideal, cientos de dietas como la keto, la paleo, los jugos desintoxicantes, el ayuno intermitente y también muchas las formas de entrenamiento. Pero aunque se intente con todos estos métodos, la posibilidad de adelgazar sigue pareciendo lejana.

La razón por la cual adelgazar es tan difícil, es porque el cuerpo humano ha evolucionado con una serie de características para proveerle la supervivencia de manera más sencilla. Uno de sus mecanismos ha sido el desarrollo del tejido adiposo, que ha llegado para quedarse con el fin de otorgar esa fuente de energía extra en caso de necesitarla.

Inicialmente el alimento sirve para reparar tejidos y aportar el impulso necesario para actividades internas como el trabajo químico, osmótico, eléctrico y mecánico. Además para funciones como la movilidad y el habla. Cuando lo anterior está cubierto, el resto de calorías se almacenan en nuestro cuerpo en forma de ‘rollitos’. Ya que la estrategia de almacenamiento de energía más eficiente es la grasa.

El tejido adiposo tiene múltiples objetivos, entre ellos actuar como aislante térmico, amortiguador mecánico y generador de calor para la supervivencia de los mamíferos que hibernan. También los adipocitos producen las moléculas necesarias en el procesamiento de la insulina y en funciones inmuno-endocrinas.

De esta manera el tejido adiposo ha representado una gran mejora evolutiva y el cuerpo se ha adaptado a la acumulación de grasa. Por este motivo adelgazar es luchar contra la naturaleza misma del cuerpo humano. Pero alcanzar el peso ideal no es imposible y se puede lograr con un cambio de conductas, evitando el sedentarismo, adquiriendo horarios regulares para el sueño, manejando el estrés y comiendo acorde a la actividad física realizada, buscando siempre la alimentación por encima de la saciedad.

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