(De Pantallazo.com.co)
Por Eduardo Frontado Sánchez
El camino hacia el emprendimiento y el crecimiento laboral a menudo implica salir de nuestra zona de confort, lo que puede resultar desafiante pero esencial para nuestro desarrollo profesional y personal.
Asumir retos y enfrentar negativas es parte del proceso, y cada obstáculo puede convertirse en un motor que nos impulse a seguir adelante. Los comienzos pueden no ser fáciles, pero son necesarios para alcanzar nuestras metas.
En mi experiencia, he sido afortunado de contar con un gran apoyo, especialmente de mi madre, quien siempre ha caminado a mi lado, alentándome desde el amor inteligente y la corrección cuando es necesario.
Elegir Colombia como el país para impulsar mi carrera fue una decisión que me enamoró desde el primer momento. Cada viaje y experiencia en este país ha representado un crecimiento significativo para mí.
Sin embargo, al emprender mi carrera en Colombia muchas agencias de comunicación me cerraron las puertas por ser venezolano. Pero, en medio de esta lucha, conocí a Leticia Zornosa, mi jefa de prensa, quien se convirtió en una persona excepcional en mi vida.
Leticia me hizo cuestionar mi enfoque inicial y descubrí una de mis mayores pasiones: contar historias que ayuden a otros y me permitan aprender de ellos.
Los cambios pueden ser aterradores, pero salir de la zona de confort es lo que me ha permitido crecer y descubrirme a mí mismo cada día. Lo importante es recordar que, aunque seamos distintos, lo que nos une es nuestra humanidad.
No puedo finalizar sin agradecer a estas dos mujeres extraordinarias que me han hecho crecer cada día. Emprender el camino laboral implica enfrentar retos, pero a largo plazo, los resultados son gratificantes.
El emprendimiento laboral nos lleva a superar obstáculos y a descubrir nuestras pasiones más auténticas. Es esencial mantenernos abiertos a los cambios y valorar la importancia de nuestras relaciones humanas en este proceso de crecimiento.