04/03/2021 – Diana Margarita Guio.
Las profundidades de las fosas marinas son uno de los mayores misterios del mundo, pues hasta la fecha es un territorio desconocido para el ser humano. Esto se debe a la gran presión hidrostática que ejerce el agua impidiendo que buques o submarinos puedan funcionar correctamente bajo presiones entre 3.000 y 10.000 metros de profundidad.
Es por esto, que desde hace varios años se ha buscado la forma de poder llegar a tan bajas profundidades y así, conocer un poco más sobre el mundo submarino. De esta manera, científicos de la provincia oriental china de Zhejiang han desarrollado un robot blando biónico como un intento para realizar exploraciones en aguas muy profundas de forma más sencilla y respetuosa con el medio ambiente.
El robot está inspirado en la estructura del pez caracol de la fosa de las Marianas o Pseudoliparis swirei. Este ser vivo fue descubierto a 8.000 metros de profundidad, el cual posee una sorprendente adaptabilidad y movilidad, además, su cráneo parcialmente abierto y sus aletas pectorales han sido la guía para el diseño del robot. Esta idea surge a partir de los diferentes estudios de los seres vivos que habitan en las profundidades, pues se ha podido determinar que animales de cuerpos blandos, como pulpos y medusas, son capaces de soportar condiciones de vida extremas.
Gracias a esto, el robot puede soportar la alta presión de las profundidades del mar a partir de sus componentes electrónicos distribuidos de forma descentralizada. Está diseñado en forma de pez con dos aletas laterales unidas a dos músculos de electrodos conectados por una batería. Al recibir energía, los músculos se contraen permitiendo un aleteo generado por el movimiento de la máquina.
Además, al ser propulsado por un “músculo artificial” y no por una máquina o motor, el robot no emite ruido, lo que es un gran beneficio para no perturbar a las criaturas marinas mientras se desplaza con sus aletas artificiales como un pez más en el agua.
“En comparación con los equipos tradicionales de aguas profundas dotados de ‘armaduras’, el robot blando es ligero en peso y simple en estructura, lo que puede reducir en gran medida la dificultad y el costo de la exploración en aguas profundas”, dijo Li Tiefeng, del equipo de la Universidad de Zhejiang.
A partir de esto, el equipo de investigación decidió realizar una prueba de campo en la Fosa de las Marianas a una profundidad de 10.900 metros en 2019, y el año pasado, una prueba de nado libre a 3.224 metros de profundidad en el Mar Meridional de China. Lo que ayudó a los científicos a determinar que, por ahora, las funciones del robot son limitadas.
“Este robot blando puede nadar libremente bajo una presión hidrostática de hasta 110 megapascales (MPa)” certifica el estudio, pero se recalca que aún queda mucho camino por recorrer.
Se determinó que las limitaciones de la máquina se dirigen a que es mucho más lenta que los submarinos convencionales, que no está preparada para resistir perturbaciones importantes y hasta podría ser arrastrada por corrientes submarinas, y, además, su capacidad locomotora debe ser optimizada para poder aplicarla de forma práctica.
De todas formas, gracias a esta nueva invención se puede concluir que el diseño flexible, blando y ligero puede ser la base de la robótica submarina en condiciones extremas.
“Los trabajos futuros se centrarán en el desarrollo de nuevos materiales y estructuras para mejorar la inteligencia, la versatilidad, la maniobrabilidad y la eficacia de los robots y dispositivos blandos”, concluyen los investigadores.
