Por Raúl Camilo Sánchez Parada | 07/12/2021.
Para muchos el Ecce Homo de Murillo se ha convertido en un símbolo del momento en que a Jesucristo le colocaron la corona de espinas antes de morir en la cruz, ahora lo quieren trasladar a otro lugar por cuenta de una subasta.
Esta historia comienza cuando la escultura se encontraba en el Museo del Prado en Madrid, España, en la época de la guerra civil, en la que sus propietarios eran el infante Don Carlos de Borbón y Borbón Dos Sicilias y, que posteriormente, fueron entregados a un abogado de Barcelona. Sin embargo, el cuadro fue incautado por las autoridades en el marco de un escándalo financiero en el año 2020.
Cabe señalar que, la Agencia Tributaria de Andorra puso en subasta la escultura que costó 900.000 euros, a pesar de que la venta del cuadro fue menor, como lo contó el comprador de la obra: “Estaba comprando otras cosas, una nave y un local, creo; lo vi de rebote. Yo no suelo comprar esto, suelo comprar inmuebles”.
Por otro lado, la veracidad de la obra fue realizada en 1660-1670 y cabe recalcar que, en 2015, el catedrático de la Universidad de Sevilla, Enrique Valdivieso, firmó la autoría de Murillo. Por su parte, la Junta de Incautaciones reveló una pericia curiosa en la que reseña: “Fue requisada por la República por la C.N.T., siendo depositadas por esta entidad en 1937”.
Para terminar, el historiador de arte, Benito Navarrete, asegura que es extraña la evolución que ha tenido la obra, al igual que los especialistas.