Estos alimentos transgénicos se han venido desarrollando desde hace varios años atrás, por lo que muchos científicos dicen que estos son dañinos para el ser humano, pero a su vez otros profesionales opinan lo contrario.

Imagen tomada de Couleur en Pixabay.
Por Aury Parra | 09/07/2021.
Unas de las tecnologías actuales es la ingeniería genética, pues en ella se utiliza el ADN para combinar y alterar los genes de otros organismos, en este caso podemos encontrar los cultivos transgénicos que han tomado gran fuerza en los mercados puesto que estos resultan más rentables para la venta y producción por lo que llegan a ser más resistentes que un alimento cultivado naturalmente.
En sí, los alimentos transgénicos vienen siendo la modificación e hibridación de productos, por lo que para hacer una planta de esta categoría se necesita tomar una porción de ADN de un alimento y con una pistola genética se dispara en el núcleo celular de otra especie la cual lo incluye en su propio ADN.
Generalmente, los transgénicos se aplican a las plantas para hacerlas más resistentes a cualquier virus, insecto o bacteria que se acerque a esta, pero también se utiliza para acelerar el proceso de creación de nuevos alimentos con rasgos deseados que se toman de otras plantas.
Los transgénicos no solo se aplican en plantas, sino que también se aplica en bebidas fermentadas, animales y demás. En el mundo encontramos mayormente productos como la papaya, el maíz, la soya, el algodón, la canola, la zanahoria y el plátano siendo estos los cultivos que más se desarrollan con transgénicos.
Respecto a esto muchas personas y profesionales afirman que estos cultivos a largo plazo son dañinos para el ser humano, aunque otros investigadores aseguran que estos transgénicos no afectan a las personas, sin embargo, muchas veces los consumidores prefieren comprar los alimentos a los campesinos quienes en su mayoría producen sus cultivos de manera natural, aunque sea una producción lenta requiriendo más trabajo y alcanzando mayores riesgos de pérdidas en este.
Lo cierto es que no es un grave problema la modificación de los genes sino el modelo económico que tiende a favorecer las ganancias de las grandes compañías que emplean estos transgénicos sabiendo que afecta a la tierra y el medio ambiente.