Por Martín Casanova Piraquive | 16/06/2021.
Científicos de la NASA y de la Universidad de Nuevo México, hallaron con éxito sobre la superficie espacial, un nuevo exoplaneta con un tamaño similar al planeta Neptuno y con una capa atmosférica semejante a la de La Tierra.
El día miércoles 9 de junio, se informó que un equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y de la Universidad de Nuevo México, en cooperación de algunos investigadores internacionales, descubrieron en la galaxia un nuevo exoplaneta, el cual fue registrado a una distancia de 90 años luz de la Tierra, cuya extensión es similar a la del planeta Neptuno, donde se logró notar con una superficie terrestre templada y con una gran atmósfera gaseosa.
El exoplaneta denominado como TOI-1231 b, por los científicos de la NASA, se encuentra ubicado por fuera del Sistema Solar, sobre la escala de Neptuno y cerca de una estrella enana roja de tipo M conocida como NLTT 24399, la cual engendra una porción de calor de poca luminosidad, con una temperatura de 140 grados Fahrenheit (57 grados Celsius) sobre la superficie atmosférica del cuerpo celeste, por lo que este comienza a realizar con velocidad, una órbita a su alrededor, en un periodo de 24 días. Este es tres veces más grande que la Tierra y es uno de los menores más fríos de la Vía Láctea, según los estándares.
Este nuevo descubrimiento astronómico fue registrado a través del Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS), el cual forma parte del Programa Explorers de la NASA y del Espectrógrafo Buscador de Planetas (PFS), que se encuentra dentro del telescopio Magellan Clay del Observatorio Las Campanas en Chile, donde se llevó a cabo una serie de datos fotométricos y observaciones, que fueron captadas por un lector de códigos de barras en un lapso de 28 días y dieron como resultado el hallazgo de una especie de planeta frío sobre una estrella enana roja, con un tamaño diminuto, una superficie fértil y una atmósfera compuesta por gases y nubes de agua.
Los científicos lograron calcular con máxima facilidad, la densidad del TOI-1231 b, debido a que obtuvieron con éxito, un radio de 0,1288 AU y una masa de 15.4, pero no consiguieron descifrar con certeza su composición, aunque predijeron que a través de la alta velocidad radial sistémica, el asteroide tiene una temperatura media de 60°C y puede contener átomos de hidrógeno y de helio de baja velocidad sobre su capa atmosférica, lo que permite averiguar si los demás planetas que se encuentran alrededor de las estrellas rojas tienden a formarse de manera diferente como el Sol. También lograron examinar la estructura de la estrella roja NLTT 24399, sobre la superficie del planeta.
La docente de astronomía del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Nuevo México, Diana Dragomir, explicó que cuando un planeta cruza por delante de su estrella durante su órbita, ésta comienza a bloquear cierta cantidad de luz sobre su superficie, debido a que la relación de sus masas es mayor. Por lo tanto, este proceso se denomina como ‘tránsito’, ya que la baja densidad que contiene el TOI-1231b indica que su superficie está cubierta por una atmósfera sustancial, en lugar de rocas y es una de las formas en que los astrónomos empiezan a buscar exoplanetas mediante misiones como TESS.
Por otro lado, la astrónoma del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, la doctora Jennifer Burt, destacó que el TOI-1231b es uno de los planetas más intrigantes que se ha distinguido en las dos últimas décadas, ya que este contiene un tamaño diminuto y un rango de temperatura semejante a ciertos asteroides que se encuentran en el Sistema Solar, por lo que en un futuro, se logrará determinar qué tan común es que se forman nubes de agua alrededor de estos mundos. Sin embargo, ninguno de los nuevos sistemas planetarios que se han descubierto son idénticos a los del propio Sistema Solar.
En los próximos meses, el TOI-1231b seguirá siendo analizado por la NASA para futuras misiones, junto con el brillo de su estrella anfitriona, a través del Telescopio Espacial Hubble (HST) y el Telescopio Espacial James Webb (JWST).
Los resultados de esta nueva investigación astronómica se encuentran publicados por la revista científica ‘Astrophysical Journal’.