Por Jairo Ruíz Clavijo
Es preciso regresar mas de medio siglo en la historia para destacar con mayor detalle ciertos aspectos que, por desgracia, son muy parecidos a nuestra reciente historia. En primer lugar, la división del partido liberal que facilitó la llegada al poder del conservatismo, no en cabeza de su máximo líder, Laureano Gómez quien temía una reacción muy violenta del liberalismo si el asumía directamente el poder, razón por la cual designó a Mariano Ospina Pérez alguien cuya imagen era mas de empresario que de político y no parecía muy sectario. De ahí en adelante el país se gobernó con el que “Laureano dijo” salvo el intermedio 1953-57 cuando fue derrocado por Rojas Pinilla, pero regresó al poder en ese año cuando pactó con el liberalismo el Frente Nacional. Siguió influyendo en el nombramiento de presidente hasta su muerte en 1965 cuando podría decirse que los presidentes que siguieron tuvieron mucho que ver con la influencia de la guerrilla, como ocurrió con la elección de Pastrana quien en vísperas dela segunda vuelta divulgó una foto suya con “Tirofijo” que decidió la votación a su favor. Este temor al gobierno de la guerrilla lo supo explotar el líder político Álvaro Uribe Vélez quien gobernó por dos períodos seguidos, seleccionó a dedo a Juan Manuel Santos como su sucesor, aunque este no siguió sus indicaciones y luego hizo elegir al actual presidente Iván Duque y ahora apoya al candidato Francisco “Fico” Gutiérrez, alcalde de Medellín. Quien encabeza la coalición que se opone a Gustavo Petro, ganador por amplia mayoría en la primera vuelta. Las coincidencias no paran ahí: en 1949 Gómez fue elegido presidente como candidato único, asumió en 1950 pero sólo gobernó un año por motivos de salud, dejando como encargado a Roberto Urdaneta Arbeláez. En 1953 cuando fue a reasumir el poder, Ospina Pérez también quería ser presidente de nuevo con amplio respaldo del conservatismo, el liberalismo y las fuerzas armadas en cabeza de su comandante general Gustavo Rojas Pinilla, alianza que propició lo que llamaron un golpe de opinión debido a la resistencia que tenía el laurianismo, como hoy el uribismo. Con lo anterior insertamos en la historia de Colombia el período de hegemonía liberal, la “dictablanda” de Rojas Pinilla y el gobierno del Frente Nacional, todas circunstancias claves para entender lo que puede ocurrir en la actual situación de Colombia.