Por Padre Roy Contreras
En cientos de momentos se ha oído decir: que los Colombianos somos emprendedores, verracos, trabajadores y llenos de orgullo nos enarbolamos en libertad, libertad que se ha visto condicionada gracias a la inexperiencia y a los fallidos experimentos de quiénes nos dirigen. Por deficientes programas de vacunación y contingencia, la impotencia y el dolor día a día nos carcome al ver sufrir a los nuestros; el luto empaña nuestros hogares, de modo inoportuno el desempleo y sus consecuencias acarrean la ruina conjunta, que agobia y desestabiliza aquellos que no tienen como patrocinar el pan. Crean leyes y reformas cada día más inhumanas mientras los extremismos se disputan por el poder, no pensando en el bienestar de los pueblos y en el de los más pobres.
Los auténticos hijos de Dios no podemos ser indiferentes ante todas las desavenencias que vivimos como nación, las administraciones y a los sectores partidistas les ha quedado grande gobernar transparentemente a nuestra patria. Es momento en que todos los miembros del cuerpo de Cristo unamos nuestras voluntades para tomar a fuerza de Fe, el futuro de nuestro amado país.
Apoyemos el paro nacional como hermanos en la Fe y pastores del rebaño, observantes de todos las medidas de bioseguridad, preservando la vida en toda su manifestación. Marcharemos no solo por las reformas tributarias propuestas, pero más aún por la insensibilización de los gobiernos ante las necesidades temporales a causa de los malos manejos administrativos, por más inversión social, por la corrupción que nos oprime y confina, por los derechos de libertad y de expresión. En nuestras manos se encuentra el rumbo de nuestra patria, no podemos seguir pecando por omisión, permitiendo la destrucción total…
Fragmento de la homilía de Padre General Roy Contreras, domingo 25 de abril de 2021, solemnidad del Buen Pastor.