Venezuela: Billetes indispensables pero incapaces

Por Tatiana Fandiño | 21/03/2021.
200 mil, 500 mil y hasta 1’000.000 de bolívares. El resultado de la enorme inflación del país es la circulación de estos nuevos billetes. Dinero que no da para mucho, ya que los tres billetes juntos no alcanzan ni a un dólar. Una barra de jabón o un kilo de mandarinas pueden costar alrededor de 1 millón de bolívares, el kilo de harina de maíz cuesta aproximadamente 2 millones de bolívares, el pasaje de ferrocarril en un solo trayecto tiene un valor aproximado de un millón y medio de bolívares.

Solo habían pasado unos minutos a partir de que el Banco Central de Venezuela (BCV) hizo saber la nueva emisión, cuando los usuarios de las redes sociales estallaron en ironía al rememorar que al bolívar ya le han borrado 8 ceros en 2 reconversiones monetarias. En verdad, el bolívar lo enterró la inflación en 2008, una vez que aún no estaba enteramente desbocada, con una reconversión que eliminó 3 ceros a la moneda e iluminó el bolívar intenso.

En 2018, bajo la presidencia de Nicolás Maduro, una nueva modificación ilumina al actual Bolívar soberano, tras eliminar los otros 5 ceros. De manera oficial es de un millón, sin embargo para los venezolanos no olvidan los demás 8 ceros, es en verdad un billete de cien billones de bolívares.

Incluso si varios profesionales mencionaron que la emisión de estos billetes es inflacionaria, puede que no sea el caso. La inflación es el eslabón débil de la base económica de Venezuela, y este eslabón débil aún no tiene una buena estructura privada. Esta base sólida es necesaria para desarrollar la economía y crear empleo y riqueza nacional.

Lo cual debe ocurrir a continuación, con los billetes, es que los cajeros automáticos y las taquillas en los bancos deberían suministrarlos en porciones numerosos, a medida que se esperan novedosas emisiones con billetes de más grandes denominaciones. En todos los países del mundo, hay billetes de denominación elevada, independientemente de si es inflacionario o no, no importa. Esto sucedió en Colombia, donde los billetes están altamente designados, pero la inflación está controlada. Lo mismo sucedió en Uruguay, Brasil, Ecuador y otros lugares. La diferencia es la base firme de la economía privada y una agricultura robusta, con maneras de créditos bancarios, condiciones que no ocurren en Venezuela. Así pues, persiste un encaje legal obcecado que ha provocado parte importante de la paralización de la economía.

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