Por Myriam Manosalva | 22/06/2021.
Por primera vez en la historia se realizó a un ave, un procedimiento para implantarle una prótesis osteointegrada de tipo ‘Plug and Play’ (Conectar y usar), una extremidad de reemplazo de avanzada. La cirugía se aplicó a Mía, una hembra ‘quebrantahuesos’ (Gypaetus barbatus), a la que le faltaba un pie.
El doctor Oskar Aszmann y su equipo del departamento de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética de la Universidad de Medicina de Viena, en Austria, líder en reconstrucción biónica de brazos controlados por la mente, trabajaron arduamente para ofrecer una solución al ave, integrando dicho artefacto de manera definitiva en su cuerpo.
El funcionamiento de la extremidad depende de una nueva técnica conocida como osteointegración, en la cual la prótesis se une a un hueso, asegurando la estabilidad de la extremidad de reemplazo.
Este procedimiento evitó la muerte de Mía, ya que la pérdida de una extremidad en aves de gran tamaño como los buitres, inhabilita su capacidad para movilizarse, lo que provocaría una muerte por desnutrición. El reto del procedimiento radicaba en que hasta el momento no se había conseguido usar ejes protésicos comunes con éxito, por las pesadas cargas que deben soportar las patas de un buitre a diario.
Mía, con un tamaño de 2,6 metros, hace parte del grupo de aves más grandes de Europa, y como ave de carroña requiere de un buen aterrizaje para garantizar su supervivencia. Así se tomó la decisión de salvar la vida de este buitre mediante un invasivo pero efectivo procedimiento, que hoy le permite seguir con vida.
Excelente.