Ginebra, 20 ago (EFE).- El relator de la ONU sobre los derechos humanos al agua y al saneamiento, Léo Heller, pidió hoy al Gobierno chileno que no dé prioridad a las plantaciones de aguacate y a la producción de electricidad por encima de los derechos a la salud y al agua de la población.
Dijo que también “las empresas deberían abordar los efectos negativos de sus actividades sobre esos derechos”.
Refiriéndose en concreto al proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, (sureste de Santiago) y al negocio del aguacate en Valparaíso, Heller sostuvo que ambos pueden poner en riesgo el abastecimiento de agua, un servicio que las autoridades “están obligadas a garantizar a toda la gente”.
Consideró que el riesgo es todavía mayor en el contexto de la pandemia de coronavirus, de la que Chile es uno de los países más afectados del mundo.
Con más de 390.000 casos, en una población de 18,7 millones de habitantes, Chile es el noveno país del planeta con más casos de COVID-19.
Heller instó al Gobierno a aclarar el impacto de los citados proyectos en el acceso al agua en medio de la pandemia y consideró que si no cumple con garantizar ese derecho estará incumpliendo sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
Chile es uno de los mayores exportadores mundiales de aguacate (fruta conocida como palta en algunos países latinoamericanos), pero su cultivo requieren importantes cantidades de agua.
Según el relator de la ONU, un aguacatero en la provincia de Petorca (región de Valparaíso), que sufre de escasez extrema de agua desde el año pasado, consume tres veces más agua que la cuota de 50 litros diarios por persona reservada para los residentes.
“El agua es abastecida por camiones cisterna no certificados que, en ocasiones, ha sido tan insalubre que ha causado casos de diarrea infantil”, denunció Heller, quien además dijo que esa cuota es insuficiente frente a las necesidades de higiene que impone la pandemia.
Por otra parte, el experto en derechos humanos sostuvo que el proyecto de Alto Maipo (Cordillera de los Andes), que genera electricidad mediante el desvió de tres principales tributarios del Río Maipo, podría reducir la principal fuente de agua potable de los residentes de Santiago.
El llamamiento de Heller ha recibido el respaldo de otros relatores de la ONU en distintas temáticas de derechos humanos, como los especializados en el derecho al desarrollo, a un medio ambiente sin riesgos, a la alimentación, a la salud física y mental, entre otros. EFE
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