(De pantallazosnoticias.com.co)
Por María del Pilar Fernández
La bióloga Elodie Briefer de la Universidad de Copenhague ha revelado que los caballos y los cerdos también pueden diferenciar los sonidos humanos, al igual que los perros.
Solo que, en su caso, además de identificar a su dueño, también pueden leer su estado emocional. Es decir, si se encuentra feliz o deprimido.
¿Cómo hacen los cerdos y caballos para leer el ambiente?
Estos animales rurales utilizan la voz para entender al ser humano. Nuestra manera de hablar en realidad dice mucho sobre nuestro estado de ánimo, ya que solemos darle a cada oración una carga positiva o negativa.
Si estamos tristes, involuntariamente bajamos la voz y quebramos las oraciones. Contrario a lo que ocurre cuando estamos felices, ya que la voz es mucho más acelerada y sonora.
El problema es que muy pocas especies suelen interpretar estos pequeños rasgos de la forma correcta.
Para poder comprobar si los cerdos y los caballos podían, Elodie Briefer desarrolló un experimento curioso. Se escondió entre los sacos de paja y empezó a reproducir grabaciones de animales y voces humanas cerca de estas criaturas. Esto a fin de evitar que los animales se distrajeran con su presencia.
Las grabaciones humanas incluían desde quejidos hasta tarareos, por lo que la bióloga solo se sentó a observar cómo reaccionaban los caballos y los cerdos a su biblioteca de sonidos.
Al finalizar el estudio, obtuvo dos hallazgos importantes:
- Primero, que las voces positivas generaban una respuesta agradable en estos animales, similar a la de la música.
- Y segundo, que, ante las voces negativas, los cerdos y los caballos reaccionaban con más fuerza y nerviosismo.
Por lo tanto, nuestra forma de hablar afecta también la emocionalidad de los animales en las granjas.
El contagio emocional en los animales
Ahora bien, ¿por qué los cerdos y los caballos diferencian estos sonidos? Elodie Briefer trabajó con tres teorías durante el experimento que explican cómo los animales pueden entender el habla humana:
- La filogenia, que sugiere que las especies con un ancestro común pueden entenderse entre sí. Básicamente por la biología que comparten.
- El proceso de domesticación, que asegura que el contacto cercano con los humanos ha aumentado la empatía de los animales. Por lo tanto, es más fácil que capten las emociones positivas negativas.
- Y la familiaridad, que en mayor o menor medida indica que ciertos animales pueden comprender a los humanos porque viven a su lado, como los perros o gatos.
Después de evaluar todas las reacciones, la bióloga concluyó que en los caballos la filogenia explicaba su comportamiento, mientras que, en los cerdos, la domesticación fue fundamental para que diferenciaran un sonido positivo de uno negativo. Esto debido a que los jabalíes (cerdos salvajes) no reaccionaron a ninguna carga emocional durante el experimento. A diferencia de los caballos salvajes que sí se vieron afectados.
Por lo tanto, podríamos decir que los caballos pueden diferenciar el sonido porque son más empáticos, y los cerdos por costumbre.
Un paso importante para asegurar el bienestar de los caballos y cerdos
Más allá de lo curioso que puede ser estar en una granja y que un cerdo lea tu estado de ánimo, este hallazgo supone una mayor comprensión del bienestar animal.
El siguiente paso es investigar qué tan bien entienden los humanos las emociones animales. Si llega a confirmarse que este entendimiento es mutuo, entonces muchos animales podrían mejorar su estilo de vida como animales domesticados.
Sin embargo, por la forma en la que los caballos y los cerdos son tratados en las granjas, es posible que nuestra percepción de los sonidos esté algo atrofiada todavía.