Por Luis Carlos Lozano Ospitia
Escritor, abogado y columnista hispano colombiano.
El monumento de Sebastián de Belalcázar es un importante símbolo para la ciudad de Cali, por ser su fundador en 1498, esta estatua está ubicada en el oeste de la ciudad en un punto estratégico, donde se divisa gran parte de su parte urbana esta; este sitio es tomado como un importante mirador y símbolo histórico para visitantes, turistas nacionales como de extranjeros.
Esta obra fue realizada por el escultor catalán Victorio Macho en el año 1935 y colocada en el año el 25 de julio de 1937 en esta ciudad.
El día 28 de abril de 2021, los indígenas de la comunidad Misak, derribaron esta estatua, según sus propias palabras “para revindicar la memoria del pueblo Misak, toda vez que Belalcázar representa, genocidios, despojo y acaparamiento de tierras, violaciones masiva de mujeres, cuando atravesó de Quito, Cauca, Valle del Cauca y Cartagena; el gran mestizaje existente, proviene de esas violaciones”, por lo tanto no es un símbolo digno ni representativo para el pueblo aborigen, ya que ellos fueron sus víctimas de macabros hechos por decenas de años.
¿Quién fue Sebastián de Belalcázar?
Fue un militar, explorador, descubridor y conquistador español, nombrado adelantado y gobernador propietario vitalicio de Popayán en 1540.
Sebastián de Belalcázar había nacido como Sebastián Moyano y Cabrera, se cambió su apellido original Moyano al pasar a la América española como recuerdo de su población natal, llamada Belalcázar, pertenecía a la entonces Extremadura castellana en España.
Cuenta la historia que Belalcázar, por haber matado a un mulo en el año 1507, huyó de España hacia las Indias Occidentales por miedo al consiguiente castigo, y para poder escapar además de la pobreza en que vivía.
Belalcázar se vio inmerso en las disputas entre las familias Pizarro y Almagro en Perú, ayudando al licenciado Pedro de la Gasca a vencer a Gonzalo Pizarro.
En 1546 ordenó la ejecución de Jorge Robledo. Fue enjuiciado por este crimen, hallado culpable y condenado a muerte por este asesinato, además de ser condenado por malos tratos cometidos hacia los indígenas del mundo y por participar de las luchas acaecidas entre los conquistadores. Antes de huir a España para apelar de la decisión del tribunal por su condena, muere en Cartagena de indias Colombia, el 21 de abril de 1551.
Antecedentes
En octubre de 1535 durante la conquista de Popayán venció con 100 españoles a un ejército de 3.000 indígenas cerca del pueblo de Timbío. Al año siguiente partió de Quito con un ejército de 200 españoles y 6.000 yanaconas con los que fundaría Santiago de Cali. También fundo la nueva ciudad Quito, sobre las ruinas de la antigua población inca, que arrasó a sangre y fuego, sin contemplación alguna.
También dice la historia que hubo una gran hambruna entre los indígenas, Belalcázar relató que hasta 100.000 nativos murieron de hambre y 50.000 fueron usados como alimento por los supervivientes. Hambruna conllevada por la invasión.
Justa razón tendría la comunidad Misak, para haber derribado esta flameante y simbólica estatua de Belalcázar para ciudad de Santiago de Cali y del Valle del cauca. Pues también se establece que era indignante este monumento para otras comunidades indígenas que padecieron igual ultraje, y para historiadores, intelectuales y académicos. Se dice que “El que desconoce la historia está condenado a repetirla”. Elevar a prócer, mártir o redentor a una persona, puede ser fácil para quienes desconocen sus tenebrosas obras y hechos criminales. Los Misak señalaron que este acto hace parte de un proceso de limpieza histórica contra el genocidio de sus pueblos aborígenes.
No comparto con la anarquía ni el vandalismo, pero si con la historia bien escrita.
La historia mal contada y escrita, conllevada a endiosar a quienes fueron malvados en su pasado, donde lo situaban como símbolos dignos de recordar y celebrar por sus obras ante generaciones analfabetas de la historia.
Uno mira una estatua, y no tiene la mínima idea, de toda la maldad que en vida fue.
Excelente nota.