Un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, trabaja en el desarrollo de baterías a base de residuos orgánicos como la cáscara de plátano o la pepa del aguacate en lugar del mercurio o el litio.
Por Rubén Palacios | 06/04/2021.
Todos somos lo suficientemente conscientes de que vivimos en una época en la que la sociedad debe replantear sus modos y formas de hacer las cosas para que estas sean sustentables y sostenibles. También, que paralelamente se cuenta con un cúmulo tanto de conocimientos como de recursos para poder lograrlo.
Y es que, tan solo en lo que respecta al medio ambiente son muchos los problemas que requieren de una rápida atención y pronta solución. Por ejemplo, de acuerdo a un estudio del Programa de Investigación de Residuos de la Universidad Nacional, sede Bogotá, se evidenció un aumento exponencial de mercurio y cadmio en varios rellenos sanitarios de Colombia. Pues, mientras en 2002 llegaron alrededor de 19.3 kg de estos químicos a los lugares en cuestión, en 2009 la cifra fue de 210,7 kg. Además, como es sabido, todas las baterías o pilas que se usan actualmente requieren de mercurio o litio para poder funcionar. Sin embargo, es alarmante que una sola batería puede contaminar hasta 100 mil litros de agua si no se desecha adecuadamente.
Ante este panorama, desde el 2019 un grupo de investigación en Física de Plasma de la Universidad Nacional, sede Manizales, trabaja en el desarrollo de una batería que funcione con componentes de residuos orgánicos como la cáscara de plátano, la pepa de aguacate, y el bagazo de la caña de azúcar en remplazo del mercurio u otros químicos altamente contaminantes. Y que, además, sea más eficiente que las pilas que se buscan remplazar. Pues, de acuerdo a Daniela Pineda, integrante del grupo de investigación, “se espera que la durabilidad de la nueva batería sea tan alta como cualquier otra pila normal de litio. Además, con esta investigación se pretende demostrar que es posible resolver numerosos problemas solo mediante la exploración de materiales orgánicos renovables”.
Por ahora, la investigación sigue su curso. Pero desde ya su impacto es prometedor. Pues en caso de lograr concretarlo, este tipo de baterías orgánicas se podrían desechar como se hace con cualquier residuo orgánico (cáscara de plátano, por ejemplo), e incluso servir como abono para la tierra.
Para conocer más detalles sobre esta investigación puede consultar el siguiente enlace: http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/pilas-organicas-con-residuos-de-platano-aguacate-y-cana.html