Madrid, 6 oct (EFE).- La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) insta a la empresa española Parques Reunidos, propietaria del Miami Seaquarium y de Marineland en Antibes (Francia), a liberar a los cetáceos de ambos parques, en especial a la orca Lolita, tras el anuncio del Gobierno francés de prohibir animales en cautividad.
La vicepresidenta de Programas Internacionales de PETA, Mimi Bekhechi, asegura que no puede primar el “beneficio económico” sobre “la opinión pública que está en contra del encierro de las orcas -animales muy inteligentes que nadan grandes distancias-, y de privarlas de cualquier contacto con la vida natural”.
“Instamos al Miami Seaquarium a que haga lo correcto y libere ya a Lolita”, sostiene Bekhechi.
Francia anunció el pasado 29 de septiembre la prohibición progresiva de la utilización de animales salvajes en circos itinerantes y, en cinco años, el fin de la cría de visones para peletería, medidas contempladas para favorecer el bienestar de los animales en cautividad.
El Gobierno francés ha dispuesto, asimismo, el envío de los cetáceos que se encuentran en cautividad a santuarios marinos, “reconociendo así una nueva era en cuanto a la relación de los humanos con los animales silvestres”, según un comunicado de PETA en Estados Unidos.
Según esta nueva política, PETA ha enviado una carta a Parques Reunidos en la que le insta a liberar a la orca Lolita en un santuario marino, al igual que a los cetáceos que se encuentran en Marineland.
La organización animalista señala que la orca “muestra un comportamiento repetitivo y anormal que indica angustia severa” y explica que las orcas y los delfines viven en grandes grupos sociales complejos y nadan grandes distancias a diario, pero en cautividad, solo pueden nadar en círculos dentro de tanques que son el equivalente a una bañera para ellos y la mayoría muere mucho antes de su expectativa natural de vida.
El pasado 24 de septiembre, los Lummi, pueblo indígena del noroeste de Estados Unidos, se reunió pacíficamente frente al acuario de Miami para pedir la liberación de la orca, que nació en aguas del Pacífico noroccidental y ese día cumplió medio siglo encerrada.
“Bajo nuestros derechos inherentes, (Lolita) es nuestra pariente. Tenemos el derecho de llevarla a casa”, dijo uno de los Lummi, que consideran a las orcas como miembros de su tribu.
Lolita tenía cuatro años cuando el 24 de septiembre de 1970 llegó al Seaquarium de Miami, propiedad de Palace Entertainment, compañía adquirida en 2007 por la española Parques Reunidos.
Lolita vive desde entonces confinada en una piscina de unos 60 pies (18 metros) de longitud y una profundidad máxima de 20 pies (6,1 metros), según las medidas suministradas por las organización animalista. EFE
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