Por Carlos Roa | 15/03/2021.
El pasado 8 de marzo se celebró el día de la mujer y como bien se conoce es en esa fecha en que se conmemora y recuerda la participación de la mujer como pilar esencial de la sociedad, su funcionalidad en todos los sectores de la economía, los derechos de los que han sido vulneradas, los abusos, violencia, injusticias y estigmatización que las han reducido su valor y rol de mujer a lo largo de los años por el pensamiento machista de la sociedad y las instituciones.
Culturalmente se sigue pensado que las mujeres son débiles y que no pueden estar a la par que los hombres en las distintos aspectos y desarrollo personal, social y económico que rigen el estilo de vida de las personas. Dentro de ese aspecto cultural se enmarcan conductas aceptadas en lo psicológico que llevan a que muchas mujeres no puedan desarrollar su potencial y les impide empoderarse de su género, sus habilidades y destrezas. Son las mujeres que a lo largo de la historia han sido víctimas de múltiples abusos que hoy día siguen vigentes y que atentan contra sus derechos como la violencia de género, violencia doméstica, cosificación, explotación sexual y trata de personas. En este último (último) aspecto queremos dar énfasis al ser las mujeres el grupo más vulnerable en este tipo de prácticas.
La trata de personas es una actividad ilegal en el que “una persona promueve, solicita, ofrece, facilita, consigue, traslada, entrega o recibe, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes”, Según la Ley para prevenir y sancionar la trata de personas.
Si bien este fenómeno es algo que afecta a todos los habitantes del planeta y es un mal en que cada ser humano puede ser una posible víctima; en el caso de las mujeres, es la población que registra un mayor caso en ser afectadas bajo esta modalidad de crimen.
Las condiciones laborales, el ser madres solteras, el poco acceso a la educación, vivir en países que no garantizan una estabilidad económica, entre otros aspectos que hacen parte de los factores en el que las bandas criminales de trata de personas tienen en cuenta al momento de engañar a las mujeres para realizar actividades que atentan contra sus derechos y la dignidad humana. La desesperación, la ingenuidad y el deseo por tener una vida más estable las llevan a estas situaciones en el que sus victimarios abusan de las mujeres de distintas maneras, sexual, laboral, esclavitud y bajo condiciones deplorables.
Según la Organización Internacional para las Migraciones OIM, Colombia es uno de los países de américa latina en el que la trata de personas va en aumento. Países como Brasil, México y Perú también registran una gran cantidad de víctimas. En el mundo se suman 40, 3 millones de personas que son explotadas bajo esta modalidad y se estima que 150.000 millones de dólares es la rentabilidad de esta actividad.
La explotación sexual, el trabajo forzado, el matrimonio servil y el tráfico de órganos son de las modalidades más lucrativas y en Colombia, según datos recolectados por la OIM desde el 2013 al 2020, el 85 por ciento de los casos corresponden a mujeres entre dos grupos de edades de 18 y 30 años y de 31 a 50.
Hoy día son demasiados los entes gubernamentales, instituciones de control público y ONGs que trabajan contra este fenómeno, pero, según un análisis de la IBM, toda la información que estos organismos poseen solo funciona de manera fragmentada, dispersa y abarca a una parte específica del problema.
Se tienen miles de casos y de datos registrados, es toda una marea de información que necesita ser analizada y estudiada para combatir desde una perspectiva económica a estos grupos delincuenciales y que al tiempo se pueda luchar en acciones rápidas y concretas para salvar la vida de las víctimas de trata de personas, hombres, niños y mujeres.
Los datos y la tecnología. Dos fuerzas unidas contra la trata de personas
La trata de personas, al ser un delito de lesa humanidad, necesita ser combatido desde distintos frentes. IBM, una empresa de tecnología que abarca servicios relacionados a la computación, consultoría, manejo de datos e información, ha creado una iniciativa como política de compromiso social llamada Stop The Traffik (detén el tráfico) y es una aplicación de uso libre en el que los usuarios pueden dar información sobre actividades relacionadas con la trata de personas en la que los datos que se pueden compartir son a través de audio, video, textos, fotografías, ubicación, entre otras. Que permite no solo obtener información nueva, sino que ayuda a detectar y evitar posibles crímenes relacionados a esto.
Al mismo tiempo IBM creo el Traffik Analysis Hub (Centro de análisis de tráficos de personas) y es toda una plataforma con mapas, gráficos, tablas y demás en donde están registrados miles de datos e información sobre los distintos tipos de tráfico de personas alrededor del mundo. En ella hay organizaciones no gubernamentales, entidades bancarias, distintos gobiernos de todo el mundo y entes de inteligencia y policial que han ofrecido todo un océano de datos, que a través de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el análisis de datos permite recopilar, segmentar, distribuir, clasificar y procesar todos los casos de trata de personas y dar resultados enfocados a encontrar sitios de encuentro de las bandas criminales, sectores de reclutamiento, rutas usadas para la movilidad de las víctimas, medios de transporte, conductas y patrones que ayudan a encontrar el modus operandi de las bandas, crear sentencias judiciales, rescatar a las víctimas por ende evitar la continuidad de esta práctica.
Unirse. Compartir. Interrumpir el tráfico de personas
Bajo esta premisa IBM busca que distintos actores de la sociedad, como los entes públicos y privados, puedan unirse y así compartir la mayor cantidad de datos posibles bajo un espacio de colaboración, confianza y confidencialidad que generen grandes acciones de inteligencia y análisis para salvar vidas.
Los distintos frentes que involucra IBM van desde las ONGs y universidades que proporcionan un aspecto narrativo al conocer las metodologías, las rutas y reclutamiento de las víctimas; además, los datos otorgados generan una cercanía y empatía con los casos. En Colombia, actualmente, la fundación Pasos Libres que está orientada a los temas de tráfico de personas, ha sido líder en América latina en apoyar esta iniciativa. Incluso, se ha convertido en otra plataforma de apalancamiento de mostrar distintos emprendimientos relacionados con el manejo de la información y datos a favor de la erradicación de la trata de personas.
Desde el punto de vista financiero, IBM cuenta con el apoyo de entidades como Western Union y Natwest, quienes han contribuido en detectar el manejo, uso y transferencia de las ganancias que generan estas prácticas y que bajo la modalidad el (del) lavado de dinero han podido detectar sectores, entidades, personas y grupos en distintas partes del mundo que realizan transacciones sospechosas, lo cual ha llevado a la captura de distintas bandas. Cada país, mediante sus entes de control y seguridad, han aportado datos relevantes y la plataforma de Traffik Analysys sirve como un modelo y espacio de estudio, análisis, lucha, desarrollo e inteligencia para trabajar con efectividad y eficiencia.
Iniciativa colombiana
Colombia desde la academia ha creado escenarios en el que estudiantes resuelven problemas que aquejan a la sociedad. Las carreras orientadas a la informática, la computación y los temas de big data, data analysis, la programación y la tecnología, han otorgado un toque de vanguardia y desarrollo para el trabajo en conjunto sobre distintas problemáticas.
En el campo de la trata de personas, nuestro país desde la academia ha logrado destacarse en crear algoritmos y aplicaciones que han tenido un reconocimiento mundial sobre esta problemática. Tal es el caso de The Witness (El testigo). Una herramienta que trabaja para detectar e identificar los grupos que trafican con personas desde la red y por ende desmantelar organizaciones dedicadas a esto.
Esta aplicación fue galardonada en DataJam Pasos Libres 2020, evento que busca la gestión de iniciativas tecnológicas para proteger la vida, generar mejores oportunidades a las personas y evitar las distintas modalidades de tráfico. Los ganadores fueron estudiantes de la Universidad de los Andes y de la Universidad Nacional.
Covid-19, Una sensación de falsa calma…una bomba de tiempo
Dentro del Reporte Global sobre la trata de personas 2020, de la Organización de las Naciones unidad contra la droga y el delito, la crisis del COVID 19 ha impactado en el incremento de casos debido a las cuarentenas estrictas y a la movilidad de las personas por los cierres de las fronteras áreas, marítimas y terrestres. Si bien, esta pandemia da un freno en el tráfico de personas, se tiene en cuenta que en distintos países los confinamientos han creado crisis económicas complejas en el que las personas, atendiendo a sus necesidades y modos de sobrevivencia, desde una perspectiva económica, podrían ser presa fácil una vez el mundo vuelva a la normalidad y se hagan más palpables los problemas sociales, debido a la debilidad económica de las familias y las sociedades. Es por eso que no solo se debe trabajar para el bienestar económico de cada país, sino para evitar posibles reclutamientos de víctimas de trata de personas cuando el hambre y las necesidades florezcan.
Se debe tener presente un estado de alerta, conciencia y prevención para una posible oleada de nuevos casos que sean provocados por la pandemia, que lleven al aumento y abuso de los derechos de las personas. Es en este escenario en el que estos grupos tendrán la lupa sobre las mujeres, las principales víctimas, las más vulnerables porque seguimos en un mundo que no crea oportunidades para ellas y siguen siendo las mujeres las que cargan el bulto y la responsabilidad sobre la familia, la crianza de los hijos, el no acceder a buenos puestos de trabajo y demás problemas que las lleven a tomar una decisión basada en la desesperación por alcanzar un mejor estilo de vida, fundamentada en falsas promesas de bandas criminales que las pueden explotar laboral y sexualmente.
