México identifica al primer naufragio esclavista de mayas en aguas de Yucatán

AME4978. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 15/09/2020.- Fotografía cedida este martes por el Instituto Nacional de Antropoligía e Historia, que muestra el sitio donde fueron hallados fragmentos del barco de vapor La Unión en aguas del puerto Sisal, litoral del estado de Yucatán, Golfo de México (México). Un fragmento del barco de vapor La Unión, utilizado para transportar esclavos mayas, fue identificado tras tres años de investigaciones en las aguas del puerto Sisal, litoral del estado de Yucatán, Golfo de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México. EFE/INAH/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS

 

México, (EFE).- Un fragmento del barco de vapor La Unión, utilizado para transportar esclavos mayas, fue identificado tras tres años de investigaciones en las aguas del puerto Sisal, litoral del estado de Yucatán, Golfo de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

La investigación, llevada a cabo en campo y en archivos de México, Cuba y España, determinó que el barco llevó a Cuba, entre 1855 y 1861, un promedio mensual de 25 y 30 mayas capturados durante la Guerra de Castas o engañados con documentos falsos.

En un comunicado, el INAH indicó que el pecio fue localizado a dos millas náuticas (3,7 km) del puerto y se identificó que fue el primer barco que fue usado para el tráfico de esclavos mayas.

El descubrimiento, más allá de identificar “con nombre y apellido” a un pecio (fragmento) de la embarcación, habla de un pasado “ominoso” para México, el cual debe reconocerse y estudiarse en función de su contexto y época, indicaron los investigadores de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH.

Apuntaron que la esclavitud estaba prohibida desde la Independencia (1810), y además el 6 de mayo de 1861, el entonces presidente Benito Juárez emitió un decreto para impedir la extracción forzada de cualquier individuo maya.

Pero a pesar de eso, el incendio que el 19 septiembre de ese mismo año causó el hundimiento del vapor en su ruta a Cuba “demostró que la esclavitud continuaba sin obedecer ley alguna”, indicó el INAH.

 

TRÁFICO DE PERSONAS

La arqueóloga subacuática Helena Barba Meinecke, responsable de la oficina Península de Yucatán de la SAS, dijo que la investigación es de relevancia internacional dado que “hasta hoy no se había documentado una embarcación que traficara personas mayas”.

Recordó que en los últimos años se han descubierto otros naufragios esclavistas: las naves Clotilda y Henrietta Marie, en Alabama y Florida, respectivamente.

Además del Trovador, en República Dominicana, y el San José, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, pero todos eran lo que se conocía como “barcos negreros”, aquellos que por más de 400 años sustrajeron personas de África para venderlas en el continente americano.

La funcionaria comentó que el pecio La Unión se localizó arqueológicamente en 2017.

En el lugar los investigadores identificaron que el pecio correspondía a un vapor de la primera etapa de dicha tecnología, fechada entre 1837 y 1860, cuando esos barcos eran impulsados con un sistema de calderas, máquinas con balancín y ruedas de paleta ‘tipo Mississippi’.

 

PERTENECIÓ A EMPRESA ESPAÑOLA

El vapor La Unión perteneció a la empresa española Zangroniz Hermanos y Compañía, establecida en 1854 en La Habana, la cual, un año después, fue autorizada para comerciar en México, realizando travesías entre Sisal, Campeche, Veracruz y Tampico, apuntó la nota.

También se señaló que “usualmente llevaba a Cuba pasajeros de primera, segunda y tercera clase”, junto con mercancía, como fibras de henequén, cueros curtidos, palo de tinte y pieles de venado.

“No obstante, sus mandos también estaban en contubernio con los esclavistas, quienes introducían en pequeños e insalubres espacios a los mayas que capturaban o engañaban”, señaló el comunicado.

Un año antes de su hundimiento, en octubre de 1860, el vapor había sido sorprendido en Campeche cargando 29 mayas, entre ellos niños y niñas de 7 y 10 años, pero el escarnio no acabó con el contrabando de La Unión.

No fue hasta después de aquel trágico 19 de septiembre, en cuyo naufragio falleció la mitad de los 80 tripulantes y 60 pasajeros, que el Gobierno mexicano puso mayor atención en las inspecciones en los puertos, a fin de impedir el tráfico de personas en las rutas hacia Cuba.

Se precisó que las cifras anteriores no cuentan a los esclavos mayas, pues estos no eran considerados personas sino mercancías. EFE
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