Por Myriam Manosalva | 28/07/2021.
Para evitar contagiarse de COVID-19 la humanidad instauró una serie de medidas que iniciaron con el distanciamiento social, el lavado contante de manos, el uso permanente del tapabocas y posteriormente la vacunación. Pero las prácticas de prevención se han ido ampliando cada vez más, hasta el punto en que es difícil identificar cuales conductas son las aconsejadas por los organismos internacionales de salud y cuales han surgido del mito urbano.
A continuación, analizaremos la razón por la cual algunas de las medidas que aplicamos a diario en contra del coronavirus no tienen ningún sentido:
Tapetes desinfectantes: Al ingresar a muchos sitios se debe pasar sobre un tapete previamente humedecido con desinfectante para limpiar la suela de los zapatos. Al respecto los expertos han indicado que el virus vive en el aire más allá de las superficies como el suelo y de pegarse a los zapatos no subirían rápidamente hasta ojos nariz y boca.
Desinfectar los empaques del mercado: Teniendo en cuenta la afirmación anterior, el virus tampoco se adhiere a todas las bolsas y cajas del mercado y de ser así tampoco podría erradicarse por completo con solo rociarle desinfectante.
Tomar la temperatura: Como se ha demostrado con anterioridad existe un gran grupo poblacional que se ha contagiado, pero al ser asintomático ha pasado bien librado por este filtro de toma de temperatura, lo cual inhabilita la eficacia del método para detectar a un contagiado en su ingreso a un establecimiento.
No tocar botones de ascensor y cajeros: Retomando el tema de superficies, la posibilidad de que las partículas contaminadas con el virus, se posen precisamente sobre estos botones, dentro de toda la gama de superficies y espacios que habitamos es remota.
Retirarse la ropa al llegar a casa: El virus no saltará de la ropa a los familiares a menos de ser sacudida sobre ellos en el comedor o en cualquier espacio de reunión.
Como se ha expresado de manera reiterada, las medidas que sí deben seguirse al pie de la letra y de manera rigurosa son el lavado de manos, el distanciamiento social, el uso del tapabocas y la vacunación.