Madrid, 10 sep (EFE).- Los cambios experimentados por el clima de la Tierra durante los últimos 66 millones de años se pueden leer con un detalle sin precedentes a través del estudio de los sedimentos oceánicos, que establecen cuatro estados climáticos distintivos, según un estudio que publica hoy Science.
Un equipo internacional de investigadores ha creado una curva de referencia climática global, denominada Cenogrid, que es el primer registro para trazar de forma continua y precisa cómo ha cambiado el clima terrestre desde la gran extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años.
Para ello reunieron investigaciones de doce laboratorios que utilizaban material de muestras del fondo del océano recogidas durante más de cinco décadas de expediciones de perforación científica por el Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos (IODP) y sus predecesores.
Los autores utilizaron un análisis matemático avanzado de esa curva de referencia climática de gran precisión para identificar cuatro estados climáticos: “casa de calor”, “casa cálida”, “casa de frío” y “casa de hielo”.
El “ritmo” climático distintivo de cada estado está impulsado por las concentraciones de gases de efecto invernadero y el volumen de hielo polar. Las casas de calor y cálida se caracterizan por un mayor volumen de C02 y poco o nada de hielo a nivel global, en comparación con la casa fría y la de hielo.
Los cambios entre los diferentes estados podrían haber implicado puntos de inflexión, que son objeto de investigaciones adicionales por parte del equipo.
Para generar la curva de referencia climática el equipo analizó y compiló los isótopos de oxígeno y carbono a partir de diminutos microfósiles encontrados en los sedimentos de las profundidades marinas.
Esta curva precisa las condiciones climáticas hasta la fecha, proporcionando información sobre las temperaturas pasadas de los fondos marinos, los volúmenes mundiales de hielo y el ciclo del carbono, cambios detallados que pueden ser estudiados como un código de barras de colores y utilizados para hacer comparaciones entre el pasado, el presente y el futuro.
El autor principal del estudio, Thomas Westerhold, de la Universidad de Bremen (Alemania) señaló que el objetivo era crea una nueva referencia del clima del pasado y ahora se conoce con mayor precisión cuándo hacía más calor o más frío en el planeta y “también tenemos una mejor comprensión de las dinámicas subyacentes y los procesos que lo impulsan”.
El tiempo de hace 66 a 34 millones de años, cuando el planeta era significativamente más cálido que hoy, es de particular interés, ya que representa un paralelo en el pasado a lo que el futuro cambio antropogénico podría llevar.
Una de las autoras de la investigación Anna Joy Drury del University College de Londres, explicó que usan Cenogrid para entender cuál es el rango normal del cambio climático natural y la variabilidad de la Tierra y con qué rapidez se recuperó de eventos pasados.
Desde el calor máximo, el clima de la Tierra se ha enfriado gradualmente en los últimos 50 millones de años, pero los rápidos cambios antropogénicos actuales y previstos invierten esta tendencia y, si no disminuyen, superarán con creces la variabilidad natural de los últimos 66 millones de años.
Los autores considera que el trabajo debería conducir a una reducción de la incertidumbre en las predicciones de las condiciones climáticas futuras. EFE
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