Huelva (España), 16 nov (EFE).- El director argentino Fernando Salem ha presentado este lunes en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sur de España) su última película, “La muerte no existe y el amor tampoco”, que ha definido como “una peli humana” y “un desafío grande”.
En conferencia de prensa, el director de la película, adaptación de la novela “Agosto” de Romina Paula, ha admitido que fue todo un desafío traducir una novela “tan sórdida, con una visión femenina tan particular, tan desgarradora”, y a pesar de que muestra una situación dura, ha afirmado que “hay una especie de melancolía que acompaña” porque la historia “te muestra el dolor pero trata de consolarte”.
Se trata del segundo largometraje de ficción de Salem tras “Cómo funcionan todas las cosas” (2015), que ha presentado acompañado por dos de los integrantes del reparto, Antonella Saldicco y Agustín Sullivan, que se sumerge en la historia de una mujer que regresa a su pueblo para esparcir las cenizas de su mejor amiga.
La Patagonia profunda es el escenario de un film que muestra un viaje al pasado cargado de emociones y recuerdos, una reflexión sobre el duelo y las decisiones vitales.
El realizador considera que uno de los puntos fuertes es que “la película está llena de preguntas que intenta no responder” para invitar a los espectadores a la reflexión, mientras que Saldicco ha explicado que había leído el libro y que para ella era “un sueño” dar vida al personaje de Emilia.
La actriz ha resaltado también lo que supuso para ella tener la oportunidad de ir a filmar al sur. “Cuando llegamos a esos paisajes todo cobró más sentido”, ha revelado, y ha dicho que el proceso de interpretación fue “progresivo y grupal”.
Por su parte, Agustín Sullivan ha asegurado que le gustó trabajar en la película de Salem: “Me encantó hacerlo porque es un chico muy distinto a mí, del sur, con otra energía, no da muchas vueltas, es muy directo”.
Lo que más le gustó, ha revelado, es “el trabajo de componer el personaje, todo lo que le va pasando por dentro, tratar de ir pensando como él piensa” en una película centrada en el “reencuentro con el pasado”.
El Festival de Huelva ha acogido también la presentación de ‘Lavaperros’, largometraje que opta al Colón de Oro en esta 46 edición del certamen.
El director de la película, el colombiano Carlos Moreno, y el actor protagonista, Christian Tappan, han sido los encargados de revelar las claves interpretativas del largometraje, una comedia negra ambientada en el sórdido mundo colombiano de la mafia.
Moreno ha explicado que ‘Lavaperros’ es “una comedia negra coral” en la que varios personajes van tras un dinero perdido exponiendo “su naturaleza turbia y, sobre todo, patética”, y considera que el largometraje se puede considerar un “gánster film bien empobrecido, bien patético”.
Moreno, que ya pasó con éxito por el Iberoamericano logrando el Colón de Plata al Mejor Guión Original con su ópera prima, ‘Perro come perro’, ha aclarado que esta “no es una película sobre narcotráfico” pero “sí se habla de algo que sí viene del narcotráfico, que es la transformación moral o ética que hemos sufrido en el mundo a raíz del negocio del narcotráfico que ha sido, al menos en este país, casi una revolución social, visto esto desde el patetismo, es más un asunto de mafia que de narcotráfico”.
Con Moreno ha coincidido el actor Christian Tappan, convencido de que “decir que se van a divertir es lo más exacto que podemos decir de la película”, y ha añadido que ‘Lavaperros’ va a poner a los espectadores “a pensar cómo es el crimen organizado” o más bien, ha dicho entre risas, “desorganizado”. EFE
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