LA FERIA DE LAS DEMOCRACIAS

Así pasó

Por Jairo Ruiz Clavijo

El presidente Aparicio Méndez, fue elegido en comicios en los que votaron, en total, veintidós ciudadanos: Catorce generales, cinco brigadieres y tres almirantes. Los militares prohibieron al presidente electo que hablara con los periodistas, o con nadie que no fuera su mujer, por ello castigan al diario que publica sus declaraciones, suspendiendo por dos días y el periodista que lo entrevistó queda despedido porque publicó unas declaraciones según las cuales “El partido demócrata de Los Estados Unidos y la familia Kennedy, son los mejores socios de la sedición en el Uruguay”*. Antes de prohibir la palabra al presidente los militares se la prohibieron a los demás uruguayos: No se puede mencionar a ninguno de los miles de políticos, sindicalistas, artistas, científicos o periodistas puestos fuera de la ley.

El término guerrillero está oficialmente prohibido,y en su lugar debe decirse malviviente, reo, delincuente o malhechor, en las fiestasde carnaval no deben incluirse cantos con palabras como reforma agraria, soberanía, hambre, clandestino, paloma verde o contracanto* y mucho menos la palabra pueblo aunque se use para referirse a una población pequeña.

En Uruguay la principal cárcel se llama Libertad y los presos aislados en sus celdas y prohibidos de la palabra se comunican golpeteando las paredes con los nudillos, letra por letra. Los textos de estudio son sustituidos por nuevos libros “con pedagogía militar prohíbe hablar de la reforma agrariade José Artigas, que fue la primera en Latinoamérica, los salarios se reducen a la mitad y en Montevideo el gobierno declara que “la existencia de partidos políticos no es esencial para una democracia.

Tenemos el claro ejemplo del Vaticano, donde no existen partidos políticos, sin embargo, hay una real democracia”. Seguramente estos militares no supieron que por la misma época en Bogotá el arzobispo primado de Colombia, quien luego sería el Cardenal Crisanto Luque. Rechazó una manifestación popular en Fontibón donde el pueblosedicioso, es decir, en tumulto, protestaba por el cambio de cura. Según el príncipe de la jerarquía eclesiástica “la Iglesia no es una democracia sino una monarquía”, en cambio, si los escucharon en la otra orilla del río de la Plata, los militares argentinos dan un golpe y el general Ibérico Saint-Jean anuncia: -Primero matamos a todos los subversivos. Luego mataremos a los colaboradores, luego a los simpatizantes. Luego a los indecisos. Y por último mataremos a los indiferentes”.

NOTAS: · Cometen sedición, “los que sin desconocer el gobierno constituido, se alzan, públicamente y tumultuariamente” (artículo 143 del Código Penal del Uruguay)*.

Bb. *Canción protesta. (El Siglo del Viento, Eduardo Galeano Págs. 278 a 282 Siglo XXI Editores, Barcelona 2016)

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