“Un polvorín llamado Colombia”, tituló El País de España; y Gustavo Castro Caycedo en el Simposio Colombiano por la paz, presentó la ponencia “La prensa entre el heroísmo y su deber con la paz”, reproducido en medios y en la web, estos dos temas motivaron esta entrevista para hablar sobre periodistas, medios y paz.
Gustavo, Premio de Nacional Periodismo Guillermo Cano, CPB a su vida y obra en 2021; ha escrito 39 libros, cinco de ellos sobre TV y medios. Fue asesor del Instituto Anticorrupción de la Universidad del Rosario; los presidentes Betancur, Barco y Samper lo nombraron Comisionado en los empalmes del sector de las Comunicaciones. Es Administrador de Empresas especializado en comunicaciones.
Fue Presiente de RCN y del CPB y Defensor del Televidente; ha dirigido programas y noticieros en la radio y la TV., y siendo conferencista, director de revistas y otros medios; columnista de El Tiempo y otros diarios, ha insistido en el tema de la paz; no es raro que titulara su tesis de grado: “Administración de Televisión para la paz”.
El presidente Belisario Betancur junto con Hernando Santos Castillo, lanzaron su “Libro blanco de la TV”, y siendo Inravision, ente que regía toda la TV en Colombia, Betancur que lo nombró director de este, en su discurso de posesión le dijo: “Ahora ponga en práctica lo que propone en sus libros y en su tesis”, y así lo hizo. Hoy por su credibilidad y autoridad en materia de medios de Comunicación, sigue actual.
– ¿Gustavo, como periodista hay algo que le indigne?
– Sí, varias cosas: que estigmaticen nuestra profesión por el mal comportamiento de algunos “colegas”, y que intenten coartar el derecho a la libertad de prensa, de información, de opinión, o de expresión. También quienes incentivan la intolerancia política, la polarización, y el culto al conflicto. Como ciudadano, me indigna que la gente por miedo a ser víctima de los criminales tenga que resguardarse en sus hogares convirtiéndolos en “casa por cárcel”; y que, a funcionarios, a políticos corruptos, y a “delincuentes de cuello blanco” los privilegie la justicia alojándolos en confortables instalaciones militares, enviando un insólito mensaje de impunidad.
– Hoy trasciende un fuerte debate sobre la prensa y la paz ¿Cómo ve eso usted?
– Humberto, el debate en torno este debate no es de hoy, viene desde hace años. La responsabilidad de la prensa con la convivencia y la paz es mayor que la de cualquier otro sector, dado su inmenso poder de crear opinión, convencer y educar.
Es claro que el periodismo condena la guerra, pero hay quienes parecen aliados de los conflictos, por su lenguaje y por sus narrativas polarizadoras, y con su silencio.
– ¿Usted cree que hay periodistas mártires?
– Claro que sí, por defender la verdad, la democracia y la paz, muchos han sido asesinados, amenazados, perseguidos, censurados, o han tenido que irse al exilio. Frente a los corruptos la acción fiscalizadora del periodismo ha sido ejemplo de héroes valientes y mártires. Pero en contraste hay una versión opuesta al comportamiento de esos periodistas dignos, por otros “colados” que a veces con un carnet pirata afectan el buen nombre del periodismo.
Bill Ennott, editor jefe del periódico “The Economist”, afirmó: “Bien arriba en la lista de los héroes deben estar tantos valientes periodistas colombianos”. La Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, reveló que hay Impunidad en 127 de 161 asesinatos de periodistas, víctimas de criminales y corruptos, por denunciar sus delitos y las tramas políticas contra la paz, están: Guillermo Cano, Silvia Duzán, Jorge Enrique Pulido, Julio Daniel Chaparro, Eustorgio Colmenares, Nelson Amaya, César Augusto López, Carlos Castillo, Raúl Echavarría, Fernando Bahamón, Luis Roberto Camacho, Héctor Abad Gómez, Héctor Giraldo y Raúl Mora.
Varios periodistas valientes denunciaron la corrupción de Odebrecht, de Centros Poblados que costó 70 billones al Mintic; Reficar, Interbolsa, Saludcop. Agro Ingreso Seguro, Fidupetrol, El Guavio, Dirección Nacional de Estupefacientes, carrusel de la contratación, y los carteles de la toga, del Sida, de la Chatarra, de la hemofilia.
– ¿Cómo define Usted a Fidel Cano?
– Es un gran ejemplo ético, democrático y de independencia periodística
– ¿A Daniel Coronel?
– Es sinónimo de investigación, denuncia e independencia.
– ¿Qué opina Vicky Dávila?
– Ya he opinado suficiente sobre ella ¡No tengo nada que agregar!
– ¿Cómo califica a Cecilia Orozco?
– 14 premios India Catalina a Noticias Uno y otros galardones más, califican el brillo profesional, la independencia y la excelencia de Cecilia.
– ¿A qué columnistas lee?
– Hay muchos excelentes columnistas; independientemente de su ideología política o social no me pierdo a: Gustavo Gómez Córdoba, Ricardo Silva Romero, Juan Camilo Restrepo, Daniel Coronel, Juan Pablo Calvas, Cecilia Orozco, Salud Hernández, Ramiro Bejarano, Enrique Santos, Daniel Samper, Patricia Lara, María Jimena Duzán, Mauricio Cárdenas, Héctor Abad, Vlado, Salomón Kalmanovitz, Aura Lucía Mera, Carlos Caballero Argáez, Luis Noé Ochoa y Mario Morales.
– ¿No incluye a María Isabel Rueda?
– Ella redacta bien, pero como a otro par de columnistas dejé de leerla desde que se volvió parcializada y pasional.
– ¿Le gusta el periodismo de Camila Zuluaga?
– No solo me gusta, la admiro por lo que hace en radio y en TV ¡es excelente!
¿Y Qué es para usted un periodista excelente?
– Para mí es excelentes no quien simplemente escribe o hablan bien; sino quienes tienen alta credibilidad; esos a los que no les tienen miedo sino respeto.
– ¿Por su destacada trayectoria en la radio colombiana ¿a quiénes admira?
– A Yamid Amat y a su pupilo Julio Sánchez Cristo, cada uno en su estilo revolucionaron ese medio, para bien. A Jorge Antonio Vega, versátil y eterno decano radial; al legendario Hernán Peláez, y al poeta del micrófono Rubén Darío Arcila,
– ¿Qué es para usted lo más destacado del Canal Caracol?
-La dinámica temática ideada por Juan Roberto Vargas; su equipo investigativo en cabeza de Ricardo Calderón; los informes-denuncia de Marcela Pulido, y la serena y profesional presentación de María Lucía Fernández y Jorge Alfredo Vargas.
– ¿Qué le gusta más de CM&?
– Su equilibrio editorial e informativo; “Pregunta Yamid”; el profesionalismo de Claudia Palacios y la voz de su locutor Fernando Calderón España.
– ¿Qué destaca del Canal RCN?
– Humberto, tengo especial memoria de RCN TV, la asesoré, dirigí allí dos programas y la vi nacer como canal guiada por un gran amigo, Samuel Duque, con quien logramos en Buenos Aires que RCN ingresara a la OTI. Valoro a su presidente, José Antonio de Brigard, quien está logrando el repunte de los dramatizados, y del noticiero de la mano de Juan Manuel Acevedo, y también el profesionalismo de Inés María Zabaraín y Andrea Bernal.
– ¿Y del canal Red Más, de Claro?
– Su excelente programa Zona Franca, el mejor de debate de la TV
– ¿Qué es lo mejor de La FM?
– Lo mejor es la preparación de Juan Lozano y las luces de William Calderón.
– ¿De Caracol Radio?
– El sólido liderazgo de Gustavo Gómez Córdoba, quien además es el mejor editorialista de la radio: directo, independiente, claro y audaz. La estructura mental de Pascual Gaviria y el trabajo de periodista cultural Carlos Castro.
– Deme el nombre de tres de los periodistas que se hayan iniciaron con Usted
– Han sido muchos los periodistas que comenzaron conmigo y dirigido, enamorados de la profesión. ¿Tres?: María Lucía Fernández, Félix de Bedout y Marcela Pulido,
– ¿Cuál es según usted el columnista con mejor humor?
– Hay varios, pero considero que Oscar Domínguez, no solo el más divertido, sino también el más prolífico, tanto como Guillermo Romero
– Usted rescató del fondo a RCN Radio en 1984, siendo a la vez presidente y director contrató a Juan Gosain, pero lo leí hace poco a esa cadena ¿Por qué?
– Yo siempre he querido a RCN porque está ligada a mi vida efectiva y a mi vida profesional. De niño me apasioné por la emisora Nueva Granada, escuchando las narraciones ciclísticas del gran Carlos Arturo Rueda; de joven Nueva Granada fue mi compañía nocturna cuando oía sus boleros con la luz apagada. Por RCN se me metió para siempre la radio en los oídos, sin imaginar que un día sería su presidente.
Mi crítica fue con afecto y constructiva, quería tanto su histórico noticiero que yo habría luchado para levantarlo. Después de salir Gosaín había muy buenos periodistas, pero faltó uno líder, con talento, audacia y ganas para sortear la crisis. Me siento de luto por la desaparición de Radio Sucesos; RCN; y me alegro de que no hayan eliminado las estupendas crónicas de Indalecio Castellanos.
– ¿Y cuando manejó allí las noticias le señalaron una línea editorial?
– Nooo, ¡cómo se le ocurre” … Fui autónomo, y si me hubieran marcado una ruta con camisa de fuerza, no dude de que habría renunciado. Le debo gratitud a Carlos Julio Ardila porque fue respetuoso de mi independencia profesional.
– ¿Qué opina de Blu Radio?
– Blu es una cadena joven, tiene 10 u 11 años, pero Carlos Arturo Gallego, sin ostentación y guardando bajo perfil la posicionó. Néstor Morales ha conquistado terreno poco a poco. Camila Zuluaga es sólida y Ricardo Ospina prenda de garantía.
– Qué es lo más destacado en La FM según usted?
. Juan Lozano, Andrea Bernal y Wiliam Calderón, muy profesionales
¿De La W?
– Julio Sánchez Cristo: audaz, creativo, el periodista más premiado; y de una nueva generación, Juan Pablo Calvás su editor general, con estructura mental.
– ¿Y del noticiero del Canal RCN?
– A su director, José Manuel Acevedo, a quien han “medido” mal; es muy buen entrevistador, imparcial, auténtico, e inteligente; y también un ágil presentador: natural, seguro y espontáneo, el mejor de la TV.
– Entonces ¿por qué critican a Acevedo?
– Creo que no lo han evaluado bien, junto con Yamid Amat, es uno de los dos hacedores de grandes entrevistas de la televisión; Yamid tiene una inigualable trayectoria y un olfato periodístico único. Como él, Acevedo al entrevistar es oportunamente y franca, no se guarda nada, hace preguntas inteligentes y audaces a “los grandes”. El mes pasado los dos entrevistaron a José Félix Lafaurie y Acevedo fue más certero, como en las dos entrevistas impactantes que ha hecho al presidente Petro, y a otros personajes. Yamid con sus entrevistas vive produciendo noticia, tiene una visión oportuna y precisa de la actualidad.
¿Usted defiende la libertad de prensa?
– Como muchos periodistas he defendido la libertad de prensa, de información y de opinión. ¿Una prueba? El mismo día en que llegué a Inravisión restituí los programas de opinión censurados y proscritos por el gobierno anterior. Pero esas libertades no significan libertad de conducta para decir lo que nos viene en gana. Defenderlas no significa disculpar a quienes practican mal el periodismo
La “Encuesta Nacional de Libertad de Expresión y Acceso a la información”, de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP; el CPB; Fecolper y otros, consultó la opinión de 585 periodistas, directores y columnistas. Estos denunciaron que el periodismo “está mal pago; que es blanco de amenazas, presiones, difamación, y estigmatización”. Y marcó algunos de sus errores, destacando “que se toman posiciones por una pauta publicitaria dando información interesada”.
Ni censura, ni silencio: imparcialidad, verdad, responsabilidad y respeto es lo que demandan la democracia y la sociedad a quienes la informan sin excepción alguna. Cumplir ética y responsablemente no es un favor a Colombia, es el supremo deber de quienes tenemos el poder de influir sobre el pensamiento, los conceptos y el comportamiento social. Desafortunadamente a veces desperdiciamos ese gran poder de participar en la construcción de una sociedad positiva, fuerte y en paz.
Javier Darío Restrepo dijo: “El que recibe favores vende libertades”. Y la libertad es el fundamento de la profesión, un periodista independiente es libre. Reproducir comunicados propagandísticos interesados como si fueran noticia, es difusión publicitaria, no periodismo. Yo critico que utilicen mediáticamente la tragedia de los colombianos. Claro, hay que informar, pero no creo válido violar el derecho al dolor en la intimidad de las familias, las víctimas o los heridos con preguntas indolentes
– ¿Según usted cómo debe ser el periodismo?
– El periodismo debe ser sinónimo de respeto, verdad, independencia, denuncia, imparcialidad, responsabilidad, valentía y dignidad. Por ser Colombia uno de los países más violentos de la tierra, el periodismo debe ser el más responsable del mundo; un periodismo que no polarice, que no acreciente los desencuentros de los colombianos, y convencido de que la paz es la gran prioridad.
– ¿Cree que el periodismo se está reinventando gracias a la tecnología?
– El periodismo de hoy se vale de los nuevos medios y de variados recursos tecnológicos para producir y emitir información. En 100 años la ciencia transformó al mundo; nuestros abuelos no hubieran imaginado como es hoy. Hay avances revolucionarios de la ciencia, la tecnología y las comunicaciones. La Internet, las cuatro pantallas, los mágicos drones y las nuevas cámaras fotográficas y de video apoyan a los medios tradicionales que ya interactúan desde la web; les permiten una nueva manera de informar y habilitan como corresponsales a reporteros ciudadanos espontáneos, auxiliares de los noticieros desde sitios insospechados.
Las cuatro pantallas: la de la TV inteligente, las de los computadores personales, los celulares mil usos, y las tabletas, apoyan eficientemente a los periodistas, como también lo hacen los buscadores que lo saben todo: Google, Wikipedia, Bing, Altavista, Lycos, Hispavista, Ask.com, Msn, Babylon y Yahoo. La tecnología ha generado un gran cambio en la manera de informar que reinventa al periodismo
– ¿Lo han vetado por criticar periodistas y medios?
– Sí, la franqueza a veces incomoda y “hiere vanidades”. Por mi independencia he sido irreverente con el poder, la fama, y el dinero, que no son mis valores. Me han cobrado criticar y denunciar con responsable independencia ¡pero ahí sigo!
– ¿Es válido ese título de El País de España: “Un polvorín llamado Colombia?”
– ¡Colombia no es un país cualquiera! Aquí cunden la intolerancia, el odio y la violencia; pensar distinto es causa de muerte. La sensatez de la prensa debe ser directamente proporcional al horror, al odio político y social que alimentan la guerra.
Es el país más peligroso para líderes sociales, defensores de derechos humanos, sindicalistas, jueces, y para millones de civiles inocentes. Asesinan a indígenas, maestros, campesinos, policías, y soldados, y a guerrilleros que firmaron la paz, y cada vida pérdida afecta nos afecta. El 82% de los delincuentes capturados salen libres. Los verdugos y sicarios de 26 organizaciones armadas desaparecen personas, torturan, extorsionan y asesinan cobarde e impunemente a menores inocentes que viven el horror. A los delincuentes un celular o una bicicleta valen más que la vida de una víctima. Un fenómeno nuevo, “importado”, es el de los criminales venezolanos que impusieron la macabra práctica de asesinar primero y saquear a los muertos, por ellos estigmatizan a dos millones de paisanos buenos. Según Medicina Legal: 435 niños fueron asesinados en los ocho primeros meses de 2022. Otros 308 murieron por desnutrición; y reclutan a centenares para la guerra.
Sobre la tragedia de la infancia memoricé, del poema, Vuelve Hermano Francisco, del poeta social Jorge Robledo Ortiz, que escribió versos como estos:
De vivir entre el odio y ver tumbas abiertas al pie de los trigales,
los niños han crecido con la sonrisa muerta y los juguetes rotos en el alma.
Pobres niños ya viejos, niños de muecas trágicas que bajo sus ojitos
Van llevando en silencio una inocencia triste que floreció con canas…
– ¿Cómo ve usted la situación de violencia que vive el país?
– Colombia tiene miles de cicatrices, la guerra de hoy lleva ya 60 años de odio político, masacres, secuestros y terrorismo contra ciudadanos inermes; de selvas, ríos, y fuentes de agua arrasadas, por los ejércitos de violentos que no permiten la convivencia, o impulsadas por contratistas bandidos asociados con funcionarios y políticos corruptos que se roban hasta el dinero de la comida para los pobres.
– ¿Vivimos la misma violencia de ayer, o ha cambiado? Y cuál es su mensaje final
– Se cambió la muerte por “la ofensa” liberal- conservadora de vestir una prenda roja o azul del siglo pasado, por el “delito” de vestir hoy la camiseta de un equipo contrario, o de opinar. El Miedo a los criminales cunde en las calles, en las ciudades, en los pueblos, en las parcelas. La gente vive el riesgo real de ser víctima.
La responsabilidad es un deber ineludible. Es vital un periodismo patriótico, sin intereses personales en función de la sociedad, que no le eche leña al fuego. Recuerde esta frase de autor impreciso: “No se puede promover la hermandad promoviendo los odios”. Debemos dar ejemplo de construcción de paz y de trabajar para que algún día, ojalá pronto, podamos hablar de una posguerra, porque esta guerra diabólica que vivimos es absurda.
Los discursos de los medios en general tienen trasfondo para continuar conflicto, como Pablo Beltrán suspiran de pesar que se acabe la guerra.
Gustavo Castro Caycedo, es uno de los escritores colombianos, ejecutivo, y periodista, de mayores ejecutorias, de brillante trayectoria profesional, de reconocida y aplaudida independencia periodística, y un crítico sensato, inteligente, y objetivo.
Ojalá los medios de comunicación tuvieran otros Gustavos Castro Caycedo, y
diversa sería la situacion del periodismo colombiano.