Por: Pantallazo.com.co
Mabrian Technologies, empresa especializada en Inteligencia Turística, ha realizado un estudio sobre el impacto potencial que conllevaría reemplazar los trayectos aéreos nacionales de menos de dos horas y medios, y con un máximo de 500 km, por trenes de alta velocidad.
En este estudio se analiza el ahorro en emisiones de CO2 si la normativa, que ya ha comenzado a implantarse en Francia, se implantara en múltiples países europeos.
Según el informe, que ha analizado la programación aérea total del año 2023 en rutas nacionales con distancias terrestres menores a 500km, en Europa hay 554 rutas con estas características, que transportarán unos 44 millones de viajeros y que producirán alrededor de 2,3 millones de toneladas de CO2 al año.
Debido a su mayor eficiencia en términos de emisiones, el uso de trenes de alta velocidad podría reducir este impacto ambiental en una media del 48%. Esto se traduciría en un ahorro de más de 1 millón de toneladas de CO2 en sólo un año, lo que equivale a más de 200.000 coches circulando ininterrumpidamente durante 12 meses.
Para el cálculo comparativo de las emisiones, Mabrian ha tenido en cuenta el tipo de energía eléctrica y sus fuentes, que alimentan el sistema ferroviario en cada uno de los países europeos, siguiendo la metodología publicada por el informe EcoPassenger.
Esto plantea una ambiciosa transición hacia una movilidad sostenible que implica la adopción de tecnologías limpias y verdes. Algunos países destacan por encima de otras en estas políticas. Alemania, por ejemplo, ha invertido en la modernización de su infraestructura ferroviaria y en la adopción de tecnologías más limpias que fomentan el uso del tren como alternativa más sostenible al transporte aéreo; reduccion asi las emisiones del carbono. Suecia, también ha sido pionera en para aplicar energías renovables, como la hidroeléctrica y la eólica en sus transportes ferroviarios.
El estudio revela cinco países europeos que obtendrían un mayor ahorro de CO2 si se produjera esta transición. En primer lugar, se encuentra España, con un potencial ahorro de 360.000 toneladas de CO2 al año si se sustituyeran estas rutas por trenes de alta velocidad; Alemania, en segundo lugar, con un ahorro de 238.000 toneladas; Francia con 193.000 toneladas, Italia con 189.000 toneladas; y Suecia con 159.000 toneladas al año.
En cambio, en términos relativos, los tres países con mayor potencial de ahorro de CO2 ante esta transición al ferrocarril son Suecia, con un 97,13% sobre el total de CO2 producido por aviones al año. Austria con un 92,79%, y Francia con un 89,73%. De hecho, Francia ha sido el país pionero en aplicar esta medida a las rutas aéreas de corta distancia desde Orly.
Todo este análisis se ha centrado únicamente en las rutas aéreas domésticas dentro de cada país, por lo que desde Mabrian indican que el potencial de ahorro sería mucho mayor si se considera también todas aquellas rutas aéreas de 500 km o menos que unen diferentes países de Europa.
El estudio indica también la importancia de analizar varios aspectos que no son del todo favorecedores hacia este cambio. El coste de implementación de la infraestructura ferroviaria para cubrir todas estas rutas, requiere una inversión significativa, por lo que es posible que no todos los países dispongan de los recursos necesarios para financiarla. También habría que considerar la rentabilidad a largo plazo y la capacidad de estas nuevas infraestructuras para absorber una demanda muy importante.
Carlos Cendra, Director de Marketing de Mabrian comenta: “aunque este análisis pueda parecer poco realista o inalcanzable, en Mabrian se comprueba en demostrar la eficiencia de las decisiones a través de los datos. Con este análisis, hemos cuantificado el ahorro potencial de dar pasos en esa dirección. Sin embargo, el contexto y las dificultades para este cambio sugieren una situación intermedia en la que el tren ganó protagonismo, pero el avión sigue cubriendo parte de la demanda.”
Fuente: Belvera Partners.