El gobierno francés decidió solicitar, ante la Unesco, el reconocimiento de su pan más tradicional como patrimonio inmaterial para mantenerlo presente

Por Daniela Durán | 31/03/2021.
El pan baguette, es una barra alargada que apareció a inicios del siglo XX, y que se prepara con harina, sal, agua y levadura; con el pasar de los años se fue popularizando por todo el territorio francés, hasta convertirse parte de la cotidianidad de las personas de este país, motivo por el cual se motivaron a mantenerlo como parte de su tradición, y no permitir que sea cambiado por las nuevas versiones congeladas que se ven hoy en día en los supermercados y panaderías de Francia.
Esta barra de pan que se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial y que es la más tradicional para los franceses, busca convertirse en patrimonio para seguir presente, no solo en el pueblo francés sino también alrededor del mundo; en unas declaraciones dadas por Roselyne Bachelot, la ministra de cultura de este país, expresó su apoyo para que la Unesco acepte la propuesta de la Confederación de Panaderos Franceses y puedan seguir manteniendo su tradición.
El principal motivo por el que se quiere incluir a este alimento en la lista de la Unesco, es reconocer la labor de los panaderos franceses que hacen este manjar, y aunque su preparación es sencilla, pues lleva solo cuatro ingredientes, lo más característico es el toque especial que le da cada panadero al momento de cocinarlo, para que cada barra sea completamente única.
Por otro lado, de lograr esto, quieren generar conciencia en las personas respecto a lo importante que es este alimento en la historia y gastronomía francesa, pues en la actualidad las panaderías artesanales de este país están empezando a desaparecer, ya que por los años 70 habían unas 55 mil, mientras que ahora solo quedan 35 mil; «Si esta candidatura nacional tuviera éxito ante la Unesco, su inscripción permitirá concienciar de que es una práctica dietética que forma parte de la vida cotidiana», afirma Bachelot.
Cada año, la Unesco inscribe casi cien bienes a su lista de patrimonio inmaterial mundial, sin embargo será hasta finales del 2022 que Francia recibirá una respuesta a su solicitud, tiempo en el que evaluarán que se cumplan los requisitos que solicitan, entre ellos que este objeto involucre a toda una comunidad.