Quito (EFE).- Los ecuatorianos dejaron esta vez el juego con agua, con el que tradicionalmente celebran el carnaval, y lo cambiaron por la mascarilla para efectuar visitas familiares a diferentes destinos turísticos en el inicio, este sábado, de un largo puente festivo que se extenderá hasta el próximo martes.
En ciudades como Quito se ha reducido casi por completo el tradicional juego de mojar con agua a familiares o vecinos y, más bien, se ha notado que la gente ha decidido desplazarse a zonas rurales, a reservas ecológicas o a sitios de esparcimiento al aire libre.
En la ciudad andina de Guaranda, donde suele organizarse un masivo festejo que dura todo el periodo de carnaval con comparsas y el juego con agua, las autoridades municipales han anunciado la suspensión de ese tipo de actividades ante el aumento del contagio del coronavoirus en todo Ecuador.
El “carnaval en casa”, una propuesta de un canal por internet de Guaranda, se presenta como una opción para recrear el festejo, sobre todo con la presentación de grupos musicales de la localidad a través de la web.
La ciudad de Ambato, cuyo carnaval es uno de los mayores imanes de turismo en esta época del año en el país, también suspendió su festival “de las Flores y las Frutas”, en el que suele exponer su potencial agrícola y turístico.
En la urbe porteña de Guayaquil, sobre todo en algunos barrios populares, las autoridades municipales han obligado a los ciudadanos a retirar las piscinas portátiles que se suelen ubicar en la calzada para el tradicional juego y para refrescarse del intenso calor.
Las autoridades sanitarias ecuatorianas han recomendado evitar aglomeraciones en espacios públicos, así como acudir a sitios que puedan ser fuentes de contagio como bares, discotecas o restaurantes, y han recordado que están prohibidos los eventos públicos en todo el país.
Han aceptado que los grupos familiares puedan visitar las áreas protegidas y acudan a sitios al aire libre, pero bajo estrictas normas de bioseguridad para minimizar el riesgo de contagio.
“No bajes la guardia”, ha sido el lema de las autoridades para alentar a la población a reforzar las medidas de bioseguridad como el uso permanente de mascarilla, el distanciamiento interpersonal de al menos dos metros y el lavado frecuente de manos.
Ello obedece al temor de que, como ha sucedido en anteriores ocasiones, como en la época de Navidad y Año nuevo, el relajamiento de las medidas de bioseguridad genere un aumento de casos de contagio, que se evidencia después de transcurridos de quince días a tres semanas de los festejos.
En el primer día del puente vacacional de carnaval se ha notado también una moderada presencia de turistas en algunas playas, cuyos municipios han autorizado la apertura de los balnearios.
El Servicio Integrado de Seguridad ECU-911, en su cuenta de Twitter, mostró imágenes de playas con poca afluencia de personas en las provincias costeras de Guayas y Santa Elena, un termómetro del nivel de movilidad al comienzo del tiempo de ocio por el carnaval.
Con 2.010 nuevo casos en las últimas 24 horas, Ecuador elevó este sábado su cifra acumulada de contagios por covid-19 a 265.527 positivos desde que empezó el registro de la pandemia el 29 de febrero del año pasado, según su Ministerio de Salud Pública.
La cifra de muertos confirmados por esa enfermedad se elevó en 47 en las últimas 24 horas hasta acumular 10.550, a los que se suman 4.719 “fallecidos probables” como consecuencia de la covid-19, para un total de 15.269 defunciones.
Ecuador arrancó el pasado 21 de enero con un plan nacional de vacunación, que inició con una “fase piloto” en la que se han distribuido unas 8.000 vacunas para el personal sanitario de la llamada “primera línea”, así como para ancianos de centros geriátricos.
El Gobierno ecuatoriano ha anunciado que invertirá unos 200 millones de dólares en la adquisición de vacunas contra la covid-19, que serán despachadas hasta septiembre u octubre, para inmunizar a unos 9 millones de habitantes, el 60 por ciento de la población de su país. EFE
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