Por Tatiana Fandiño | 07/04/2021.
El mandatario de Anif (Asociación Nacional de Instituciones Financieras), Mauricio Santa María, insiste en que los gobiernos regionales tienen que eludir la tentación de hacer cierres generalizados que solo destruyen trabajo, están afectando la economía y poseen pocos resultados en materia sanitaria. Mauricio Santa María se convirtió en uno de los más grandes contradictores de las precisas medidas de cierre de la economía, adoptadas por alcaldes y gobernadores del territorio para minimizar los contagios de coronavirus. A partir de que inició la enfermedad pandémica pertenece a los más grandes investigadores del efecto que tuvieron las tácticas adoptadas en el territorio para asegurar la salud de los colombianos y proteger la economía.
Para Santa María, volver a los cierres precisos no posee un efecto positivo mayor en la salud de los colombianos, ya que por sí solo no disminuye los contagios, además que resulta fatídico para el trabajador y la economía en general.
Las cuarentenas generalizadas no son efectivas ya que además tienen la posibilidad de incrementar el peligro de contagios en los domicilios, a la vez que están afectando más a las familias pobres y con más número de miembros, no debe ser un plan a contemplar a estas alturas, dados los precios acumulados. Dicha incertidumbre innecesaria, contemplando picos de contagios, puede promover respuestas erradas en los alcaldes y gobernadores, fatigando a la población con medidas en instantes no pertinentes.
Aquel desgaste es costoso puesto que, una vez que se requieran medidas, la adhesión a las mismas podría ser menor. Adicionalmente se debería apresurar la vacunación en los departamentos que muestran elevado porcentaje de población de adultos mayores, pobreza multidimensional y los que muestran baja capacidad hospitalaria.
No hay sociedad ni economía que soporte la arbitrariedad de tales medidas restrictivas. Si no se implementan nuevos cierres, en la mayor parte de los centros urbanos del territorio, entonces existe la posibilidad de aguardar que el grupo productivo opere acercándose cada vez más a lo previamente observado a la llegada de la enfermedad pandémica. No sobra mencionar que, al representar alrededor de 68% en la capacidad total de generación de costo añadido de la economía, su manejo es un enorme determinante del comportamiento de la economía general.
No obstante, si el ritmo de vacunación no alcanza la cifra estable de aproximadamente 150,000 dosis cotidianas, Colombia no alcanzará la inmunidad de rebaño este año, lo cual podría conllevar a novedosas olas que requieran la utilización de más medidas no farmacológicas, que impidan el desarrollo de la actividad provechosa en el territorio.
