Juan Palop, Berlín, 30 sep (EFE).- Un programa de la televisión pública danesa muestra a niños y adolescentes el cuerpo humano real y lejos de la perfección estereotipada de Hollywood, Instagram y Barbie. Para aplauso de muchos y horror de otros.
La emisión, “Ultra smider tøjet” (Ultra se desnuda) de la Danmarks Radio (DR), tiene el mérito de haber convertido en revolucionario lo más absolutamente cotidiano: enseñar el cuerpo humano sin “photoshop” ni filtros, sin castings ni medidas imposibles. Con sus curvas, sus pelos, sus arrugas, sus cicatrices y sus diferentes colores y tamaños.
“El objetivo de este programa es mostrar a lo niños daneses que vivimos rodeados de una gran variedad de cuerpos, pese a que esta diversidad raramente aparece en los medios populares”, explica el responsable del programa, Morten Skov Hansen, en unas declaraciones remitidas a Efe.
El programa, en el que adultos voluntarios se desnudan ante la cámara y menores de entre 9 y 14 años pueden preguntarles libremente, trató en su último capitulo tatuajes, piercings y operaciones estéticas.
En ediciones anteriores ha contado con una diversidad de voluntarios, entre ellos ciegos y obesos, jóvenes, mayores, personas con enanismo y amputados, que tras una breve presentación se quitan a una sus albornoces y, totalmente desnudos, contestan a las preguntas de los menores.
Con una decoración minimalista -una tarima para los voluntarios y unos escalones para los niños sobre fondo negro-, el resultado es tremendamente efectivo. La mayoría de los menores levanta la mano para preguntar con abierta curiosidad y los adultos se abren sin cortapisas. El resultado rezuma honestidad.
POSITIVISMO CORPORAL
La idea, que se enmarca dentro del movimiento “positivismo corporal”, es que los niños vean el cuerpo humano “desde una perspectiva diferente” y que accedan a imágenes “mucho más diversas” que las que se ven en las redes sociales. “Queremos mostrar que hay cuerpos de todas las formas y tamaños”, afirma Hansen.
“La imagen corporal es un tema importante que ocupa mucho tiempo en el día a día de los jóvenes. Por eso pensamos que es un servicio público ayudar a darles una percepción más amplia de cómo son los cuerpos normales, porque les puede resultar difícil encontrarlos en nuestra cultura moderna de perfección en el espacio público y en las redes sociales”, explica.
El programa busca crear un “espacio seguro” donde “hablar abiertamente” para que salgan “a la luz” dudas que “raramente se debaten”, agrega.
La acogida, asegura el responsable del programa, ha sido muy buena en Dinamarca. Los colegios con alumnos que han acudido como púb lico señalan que la iniciativa “ayuda a los niños a mirar a sus cuerpos de una forma totalmente distinta”.
De hecho, “Ultra smider tøjet” logró en 2019 el premio al Programa infantil del año de la televisión danesa y se encuentra ahora en su segunda edición.
“Estoy muy conmovido por la cálida recepción que ha recibido aquí en Dinamarca, donde profesores, educadores, niños y padres así como organizaciones (sociales) como ‘Børns Vilkår’ que han apoyado al programa”, afirma Hansen.
INTERÉS INTERNACIONAL Y CRÍTICAS
Productoras del extranjero, entre ellas algunas de Noruega y Países Bajos, se han interesado ya por el formato, para importarlo a sus cadenas. Varios medios internacionales se han hecho también eco de la iniciativa.
Pero el programa no sólo ha obtenido parabienes. En redes sociales ha recibido también fuertes críticas. La televisión turca “TRT” le acusó de normalizar la “pederastia” y la “depravación”.
El diputado ultradrechista Peter Skaarup, del Partido Popular Danés, consideró que era “demasiado pronto” para enseñar a los menores cuerpos desnudos. “Corrompe a nuestros niños que a esa edad ya tienen muchas cosas rondando sus cabezas. No hay necesidad de poner esas cuestiones arriba del todo”, indicó.
Hansen subraya que “no hay absolutamente nada sexual” en el programa, que quiere promover una imagen “saludable y normalizada” del cuerpo y que trabaja siempre con “el mayor profesionalismo posible”.
“Somos conscientes de que siempre habrá unos pocos adultos que estarán en desacuerdo con nuestro punto de vista y nuestros métodos”, reconoce el responsable del formato y añade: “Creo que si los adultos con dudas se sentasen a ver el programa con sus hijos dejarían de tenerlas”. EFE
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